One Direction fue una boy band de la que poco se esperaba, un producto creado a través de un reality show, sin embargo había dos o tres integrantes que sobresalían sobre los demás, Harry Styles el más famoso de ellos.
Harry’s House, su tercer álbum ,intenta mostrarnos que aquel muchacho que hace como si su anterior banda jamás hubiera existido ahora es todo un adulto entrando en la parte más creativa de su vida,musical y artísticamente. ¿Este álbum logró su cometido? Sigue leyendo nuestra reseña.
Harry Styles, el fenómeno mediático
Las boy bands son tan viejas como viejos son los géneros pop/rock, prácticamente nacieron junto con estos géneros y han sido fenómenos de moda cíclicos que aparecen de cuando en cuando en el panorama de la música popular.
One Direction fue la gran boy band de la década pasada y, como siempre pasa en esos casos de bandas, hay integrantes que sobresalen del resto y la mayoría de las veces terminan por labrar una carrera solista al considerar que sus compañeros les estorban, Michael Jackson, Robbie Williams o Justin Timberlake quizás sean los ejemplos más notorios de esta práctica aunque siempre ha sido más habitual que los miembros de una boy band fracasen en solitario, por cada caso exitoso hay decenas de ex-integrantes que se pierden en el olvido.
One Direction tuvo cinco miembros y fue formada en 2010 en el Reino Unido por Simon Cowell, famoso ejecutivo dentro del mundo del entretenimiento inglés cuyo máximo logro ha sido crear formatos televisivos de reality donde la gente concursa mostrando sus talentos. La banda se convirtió en un éxito masivo e internacional por el año 2012 aunque desde ese momento ya era claro que había dos nombres que despuntaban más que los demás integrantes: Harry Styles y Zayn Malik.
Zayn Malik sería el primero en dejar la banda en marzo de 2015 sorprendiendo a la fanaticada de la banda cuando muchos esperaban que el primero en dejarla fuera Styles. Finalmente la agrupación se disolvió ese mísmo año semanas después. Harry Styles nació el 1 de febrero de 1994 en Chesire, Inglaterra. Fue la cara más visible de One Direction y después de la disolución de la banda comenzaría a forjar una imagen de icono de la moda, actor de cine en producciones serias (como Dunkirk de Christopher Nolan) y cantante con un estilo particular de entender el pop.
Alejado del Teen pop que había marcado sus primeros años, su álbum debut llamado simplemente Harry Styles del 2017 tenía un sonido que incluso citaba a The Beatles dentro de sus influencias. Styles también comenzó a volverse en una especie de Dandy influenciado por la moda queer.
Nada que no hayamos visto antes pero empezaría a dictar estilo en el mundo del pop, su segundo disco Fine Line publicado en 2019 tuvo una recepción crítica un poco más escéptica que su debut en solitario pero a nivel comercial fue un éxito bastante grande, lo suficiente para hablar de Styles como un solista exitoso dejando su pasado atrás. Sin embargo faltaba la consolidación de este cantante y letrista; los años en pandemia retrasaron la presentación de su flamante tercer album, producción de la cual hablaremos a continuación.
Creando a un icono: Harry’s House. La reseña
“Music For A Sushi Restaurant” es la canción que nos da la bienvenida a el tercer opus de Harry Styles, y tengo que decirlo fuerte y claro: Es la mejor introducción de un álbum de pop masculino en al menos los últimos cinco años.
Y tan campante me quedo. Yo no se cómo le ha hecho este hombre y la producción que tiene detrás para que, siendo británico, tenga el funk a flor de piel, al estilo de los mejores trabajos de finales de los setenta que dominaban los charts americanos. Tiene feeling, alma, es una puesta al día que si bien no es un tú al tú con grandes clásicos de cantantes afroamericanos de aquella época sí se queda muy cerca.
Y eso, eso ni gente como The Weeknd (de quien ya reseñamos el disco Dawn FM aquí) lo ha conseguido, tener una apertura así de potente, incluso, y aquí dirán que quizás exagero, me emparenta mucho este disco con el Off The Wall de Michael Jackson, son proyectos que al menos saben directamente a lo que van y comparten un tratamiento, una visión.
Obviamente no lo estoy comparando con la obra maestra y la revolución que fue Off The Wall del genio de Gary, Indiana, pero se notan muchas ambiciones en este Harry’s House. Esa garra, ese olfato, esa estructura de a donde quiere llegar y como quiere construir el disco, al menos por la primer mitad tiene esa vibra que me hace recordar el trabajo de 1979 del finado rey del pop.
“Late Night Talking” el segundo track continúa explorando en el funk pop sin desgastarse las suelas de los zapatos; la entrada es poderosa, la estrofa y el coro te siguen llevando por esa fantasía funk del siglo XXI; “Grapejuice” grabada a través de megáfono o algún efecto parecido combina el pop de toda la vida con arreglos funk y electrónica, nota esas guitarras muteadas que después cobran vida, es un excelente tema donde lo más sorprendente es que el ritmo al que nos introdujo el disco jamás decae al menos en estos temas.
Sintetizadores y secuenciadores dan la bienvenida al tema más ochentero del disco “As It Was“, un tema de corazones rotos pero con una maestría pop envidiable, todo está en su lugar correcto y se permite algunas licencias, es un tema que absorbe completamente lo ochentero para forjar su propia marca, es tan buenísimo que solo queda aplaudir.
“Daylight” es un medio tiempo súper bien hecho, no llega a balada y de repente, entre los sintes, escuchamos guitarras distorsionadas sin en ningún momento interrumpir la progresión de la canción, hay coros, hay suave pop sobre estos rasgueos rockeros, la fórmula no falla, ya llevamos cinco tracks excelentes y ahora sí, llega la primer balada del disco: “Little Freak” lleno de arpegios de guitarra y una voz con autotune es una balada bien pensada y que marca el final de la gran primer mitad del álbum que rozaba la excelencia.
Para este momento nos queda clara la apuesta de Styles, siguiendo la escuela actual del pop tanto mainstream cómo indie: El sonido ochentero y de finales de los setenta, simplemente que él lo hace con tanta maestría en su producción que una canción como “Matilda”a pesar de ser bella se siente fuera de lugar.
Y es por eso que en “Cinema” retomamos el brío con el que este disco nos prometió comenzar, es una gran canción de New Wave que se desvanece entre los dedos porque entra una canción superior “Daydreaming” que suena muy a los 80 y con tonos de funk e incluso música disco, de nuevo me pone a pensar quien está detrás de Harry Styles el cantante y artista porque este es un tema completamente nocturno y de club.
“Keep Dreaming” es otro medio tiempo con sintetizador y guitarras eléctricas, se siente como si el New Wave jamás hubiera pasado de moda, “Satellite” es más rítmica, combina los ritmos ochenteros con un vocoder muy afortunado y uno se deja llevar por la energía que contagia esta canción hasta que un aluvión de efectos muy cercanos al dubstep encapsulan la canción en un final climático.
Sonidos electrónicos nos atan a “Boyfriends“, que resulta ser una balada de arpegios de guitarra, y desarrolla una atmósfera ideal pero que se siente que corta el galope que llevaba este album, es una canción “bonita” quizás con mucho lore detrás pero se siente como un corte abrupto.
“Love Of My Life” es la ultima canción, desarrolla en su inter una combinación de ruidos sintéticos y guitarras en arpegio. No es una balada del todo aunque tampoco es un medio tiempo, mucho menos una canción energética para cerrar el disco, se escucha un piano en notas agudas y así nos despedimos de este sorprendente álbum.
La consolidación de Harry Styles
Harry’s House es uno de esos discos pop que definen carreras, en este caso la carrera de Harry Styles se ve brillante pensando que si sigue por este camino nos podría dar una obra maestra próximamente. Lo tiene todo aunque peca de las baladas, que son buenas, sí, pero cuando ya el mismo disco nos pone en una situación de velocidad a seguirle la pista en su demostración de energía y determinación, hay pequeños baches que no debieron estar, solo dos canciones lo separan de haber creado una obra maestra del pop.
Sin embargo el disco tiene un mensaje claro para todos los que lo escuchamos: Así se debe de hacer un gran disco de música pop. Yo soy el primero que lanza la piedra creyendo que Harry Styles no podía darnos nada más de lo que ya conocíamos, que equivocado estaba.
Si quieres saber nuestra opinión sobre lo que en el mundo del pop está resultando lo más mediático en este 2022 puedes leer nuestras reseñas ya sea de Bad Bunny y un Verano sin ti , Beyoncé y su disco Reinassance , Lizzo y su disco Special y Rosalía y su disco MOTOMAMI .
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