Lo prometido dejó de ser deuda, pues finalmente salió a la luz Special, la nueva y tan esperada producción de Lizzo, una de las mujeres que ha logrado posicionarse de manera sólida dentro de la industria y de la escena musical en los últimos años. Ahora bien, ¿qué podemos esperar de este disco? ¿Será que realmente es tan especial como presume el título? Veamos lo que esta extravagante y tenaz cantante y rapera tiene preparado este año.
Los rumores de un nuevo disco
El nuevo disco de Lizzo no era una sorpresa, pues desde mediados del año pasado la artista declaró en una entrevista que su siguiente producción sería un “álbum de amor” y “uno de los cuerpos de trabajo musicalmente más rudos, atrevidos y sofisticados” que ha hecho hasta la fecha. Sus comentarios crearon gran expectación debido a que ella misma dejó la vara muy en alto considerando el éxito aplastante que tuvo con su anterior material, Cuz I Love You (2019).
Unos meses después, el 14 abril del 2022, Lizzo ofreció las primicias de sus promesas: “About Damn Time”, el primer sencillo de lo que sería su siguiente material. Y vaya que fue una bomba pues fue el segundo tema en su carrera con el que logró colocarse y mantenerse en el número uno en la lista Billboard Hot 100 de los Estados Unidos.
Si “About Damn Time” era solo el inicio, lo que estaba por venir tenía que ser mucho mejor, o eso es lo que la cantautora de 34 años quiso hacernos creer, porque superar un tema tan poderoso era sumamente complicado.
Tuvieron que pasar casi 3 meses para el lanzamiento oficial de su cuarto álbum de estudio Special, el 15 de julio de este año, del que días después se desprendiera su segundo sencillo “2 Be Loved (Am I Ready)”, canción que aunque tuvo una buena recepción, no logró superar a su antecesora. Sin embargo, ¿qué más podemos hallar en Special? ¿Realmente es tan bueno como se supone que debería ser? Echemos un vistazo.
Contexto: el gran equipo detrás de Special
Cuando Lizzo hablaba sobre lo desafiante de trabajar con un gran equipo, lo decía en serio pues colaboraron más de dos decenas de productores y escritores solo para este álbum, quienes han sido nominados o han resultado ganadores en prestigiosos premios de la industria, por ejemplo: Max Martin (25 éxitos en Billboard Hot 100 en el número uno), Michael Pollack (Maroon 5, Justin Bieber), Ricky Reed (Lizzo, Jon Batiste), ILYA (Ariana Grande, Ellie Goulding), Benny Blanco (Maroon 5, Katy Perry) e incluso a Chris Martin (Coldplay), entre otros.
Pero si la lista de los productores es enorme, espera a echarle un vistazo a la cantidad de personal que estuvo detrás de este proyecto: 67 músicos, algunos de los cuales también participaron en la postproducción. En pocas palabras, Special es un disco creado por un enorme y potente equipo con la única intención de llevar a Lizzo a otro nivel, eliminando incluso cualquier forma o probabilidad de fracaso.
Bajo este contexto, escuchar Special se convierte en una tarea intimidante. ¿Cómo podría fallar un disco con tal respaldo y potencia? Esperen, ¿podría?
Special: Un disco sobre el empoderamiento y el amor
A primera vista, Special es un disco que se mueve en los terrenos de la música disco, el funk, el pop y el rhythm and blues. Sobre la línea de la música disco, el funk y el R&B encontramos algunos temas como el fabuloso “About Damn Time”, “2 Be Loved (Am I Ready)” y “Everybody’s Gay”, canciones que parecieran funcionar como los principales pilares del disco debido a su ritmo alegre y contagioso.
En Special también podemos encontrar sonidos más contemporáneos del R&B, pop y hip hop. Un claro ejemplo de ello son los temas “Grrrls”, “Special”, “Break Up Twice”, “Birthday Girl” y “Coldplay”. En el caso de “Grrrls”, este fue el primer sencillo promocional del álbum considerado como un himno de empoderamiento sobre las mujeres, muy a pesar de la controversia por la inclusión de la palabra spaz que se percibió como ofensiva, aunque al parecer no hubo reparo en tratar a las mujeres como perras, putas y codependientes. En fin, términos de la nueva ola.
“Special” es otra canción que, aunque es homónima al disco, parece funcionar bajo el discurso y concepto de Lizzo pues maneja una narrativa que apunta a la defensa de derechos de las minorías. Sin embargo, el énfasis en la palabra “especial” desgasta lírica y musicalmente al tema, tanto que incluso se llega a percibir como propaganda barata. De haber manejado prolijamente los coros para eliminar la intención comercial, probablemente hubiese sido un éxito.
Sin embargo, no todo es malo en Special, pues podemos hallar temas que inexplicablemente pasan desapercibidos como es el caso de “Break Up Twice” y “Naked”. En el caso de “Break Up Twice”, es un tema que se percibe honesto, con una instrumentación deliciosa que mezcla elementos del R&B y rock. No resulta extraño encontrar que Mark Ronson tuvo participación en este track.
Asimismo, en “Naked” encontramos una canción lenta que detona ese sentido de intimidad, vulnerabilidad e introspección con respecto a la corporalidad y el disfrute dejando atrás estigmas e inseguridades. Sin embargo, su verdadero atractivo proviene del manejo cuidadoso de los arreglos musicales y de los matices muy bien logrados en la voz de Lizzo que se orientan más hacia el R&B.
Otra canción que es inevitable mencionar es “Coldplay” ya que justamente hace referencia a la banda por la incorporación un sampleo de “Yellow” y otro de “Sudden Death” (Quelle Chris y Chris Keys). Este tema fue creado a partir de las experiencias de Lizzo con su pareja unido a su particular gusto por Coldplay y por su decisión para honrar a la banda. Si eres seguidor de esta tremenda mujer, este tema te gustará pues es una de las canciones más personales y vulnerables que ha hecho.
Comentarios finales
Special, el cuarto álbum de estudio de Lizzo, es un disco en el que la intención de alcanzar el éxito no escasea. Como tal, posee pasajes agradables y mayormente disfrutables que demuestran que está bien hecho, especialmente cuando hablamos de “About Damn Time” y “2 Be Loved (Am I Ready)”, los temas más potentes que pueden encontrarse.
Sin embargo, tal como diría Mies Van der Rohe: “menos es más” (y viceversa) y pareciera que tal descargo de intención perfeccionista causó algunos estragos dentro de la producción. Si bien el álbum no es malo, se siente insuficiente como para la cantidad de recursos que se emplearon en él, incluyendo el hecho de que, por momentos, pareciera más un producto y discurso comercial que un objeto de intención artística, tema que tampoco deja de ser válido.
Hay que recordar que Lizzo es una figura bien establecida que se considera la imagen del “body positivity”, de la confianza en uno mismo, así como de la visibilización de las mujeres con sobrepeso, así que es lógico esperar que siga caminando en los temas que considera importantes. No obstante, afortunadamente la veta de la vulnerabilidad parece empezar a filtrarse en su trabajo. Esperemos que esta potente cantautora vea en ella la verdadera fuerza que puede impulsar a cualquier ser humano, pues talento y recursos no le hacen falta.
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