The National, a estas alturas, es una banda que no necesita presentación. Originarios de Brooklyn, Nueva York, iniciaron su carrera en 1999 y comenzaron a levantar vuelo en 2007 con Boxer. La consagración vendría en 2010 con el magnífico High Violet, aún su mejor obra, un disco donde conjugaron su estilo de indie rock, post-punk y sadcore, entre otros sonidos, con grandes influencias del art rock de bandas como Radiohead.
I’m Easy To Find, de 2019, era su última obra; un disco en el que la banda liderada por Matt Berninger rendía homenaje a la feminidad con letras bastante inspiradas, un gran protagonismo y realce a los coros femeninos y atmósferas más cercanas al dream pop (Existen ahí temas tan fabulosos y exquisitos como “Rylan” o “You Had Your Soul With You”).
Comenzó la pandemia, y Aaron Dessner (guitarrista) y Matt Berninger (frontman, cantante y letrista) colaboraron en la obra maestra del 2020, Folklore, de Taylor Swift, y en Evermore, de la misma artista, que salió a finales de diciembre del mismo año.
El acercamiento de The National y la forma de involucrarse con álbumes de folk y con artistas como Swift hizo que la banda planteara su siguiente álbum con una mayor presencia de este sonido. Si bien no es la primera vez que la banda toca algo de folk en sus discos, este nuevo lanzamiento apuntaba a ser un disco mucho más influido por este género. Sin embargo, ya adelanto: No lo es del todo.
Two First Pages Of Frankestein. ¿Evolución o estancamiento? Reseña
“Once Upon A Poolside” es el tema con el que abre la nueva obra de The National, y nos indica que es una colaboración con Sufjan Stevens. Two First Pages Of Frankestein es un LP que la banda anunció con al menos tres nombres grandes dentro de la escena musical americana como colaboradores. La colaboración con Stevens es la encargada de abrir el disco; aunque no se sabe qué tanto haya tenido que ver Sufjan en el track, si la melodía a piano fue un esfuerzo colaborativo entre él y The National (aunque no encuentro información al respecto), se puede palpar la influencia de Stevens en el track.
Aun así, la parte lírica es todo Matt Berninger, pero a mi modo de ver, se queda cerca de ser una falta de respeto para quien quizás sea el músico de folk y Americana más importante de los últimos veinte años, ya que en el track solo lo escuchamos ocasionalmente (eso sí, con una voz angelical y entregada) como coro de refuerzo a la melancólica voz de Berninger en muy pocos segundos.
Tampoco es que se trate de que la banda sea opacada por sus invitados, pero más adelante vamos a ver cómo han tratado a cada uno de ellos. La canción funciona como un buen intro y no es mala de ninguna forma; tiene una bella melancolía. Sin embargo, aquí parece que el nombre de Sufjan Stevens es un adorno en el tracklist y poco más.
Si algo hay que decir de “Eucalyptus“, segundo track del álbum es que se trata de una de canción mediana en la discografía de The National a pesar de su interesante letra de reproche, “You Should Take It Cause I’m Not Gonna Take It” (“Deberías tomarlo porque yo no lo haré“). “New Order T-Shirt” es una canción arreglada con unas guitarras acústicas y posee ese tono de voz de Berninger que mejor le acomoda, estamos en sus obsesiones y tristezas, su voz es quebradiza, entrecortada.
Los mejores temas que ha escrito Matt han sido cantados bajo este estilo de voz, que suena a añoranza. Esta es una bella canción con toda la nostalgia de un recuerdo bien vivido sobre una chica que conoció con una playera de la famosa banda heredera de Joy División y leyenda de la electrónica, New Order.
Con guitarras acústicas y un acercamiento al folk rock tenemos “This Isn’t Happening” en colaboración con Phoebe Bridgers (quien hace poco lanzó un disco con boygenius). Aquí se da a notar que se le ha respetado más a la artista que en la colaboración que abre el disco. Se trata de una buena canción donde banda e invitada congenian bien.
“Tropic Morning News” es el track más energético de todo el álbum, y es una contradicción lo que voy a decir porque, si bien reconozco que suena a que The National y su sonido parecen estancados en esta mezcla de post-punk con suaves adornos art rock y ganchos pop, al mismo tiempo esa creación marca de la casa suena lo suficientemente atrapante y me recuerda cosas tan grandes que han hecho en el pasado como “Rylan”. Su fórmula podría estar estancada, aún a pesar de que estén buscando nuevas direcciones, pero cuando The National se limita a ser completamente The National, por más repetida que sea la fórmula, esta es correcta.
“Alien” es un tema que experimenta un bajón de energía después de “Tropic Morning News”. A pesar de contar con buenos remates de batería (cortesía del imbatible Bryan Devendorf, el hombre máquina de High Violet) y guitarras eléctricas interesantes, también resulta ser una canción mediana en la discografía de la banda.
Llegamos a “The Alcott”, la esperada colaboración con Taylor Swift, y sin duda se nota el favoritismo hacia ella. No los culpo, no solo es una artista de masas, sino que han estado colaborando juntos desde 2020, cuando ella contactó a la banda en pleno encierro pandémico. Se conocen y aprecian, además de haber logrado grandes canciones juntos. La participación de Swift es más prominente que la de otros invitados; además de hacer coros, tiene algunos versos en solitario. Aunque el resultado no es algo extraordinario, resulta bastante bueno.
“Grease In Your Hair” es otro tema mediano. El problema que encuentro con este First Two Pages Of Frankestein es que, desde Boxer en 2007, es el disco con más temas regulares en la carrera de The National.
“Ice Machines” logra capturar el clásico estilo reflexivo y derrotado de Berninger, siendo un buen tema. A continuación, tenemos sin duda la mejor colaboración de todo el álbum: el dueto con Phoebe Bridgers, “Your Mind Is Not Your Friend”. Es una delicia que emplea piano, guitarras acústicas y cuerdas, como el violín, para crear una pieza atmosférica llena de delicado significado existencial y soledad: “Your imagination is an awful place, Don’t believe in manifestations, Your Heart ‘ll Break, Don’t You Understand?, Your Mind Is Not Your Friend” (“Tu imaginación es un lugar horrible, no creas en manifestaciones, tu corazón se quebrará, ¿no lo entiendes?, tu mente no es tu amiga”).
“Your Mind Is Not Your Friend” aborda los problemas de salud mental, depresión y soledad de una forma hermosa. Las voces de Berninger y Bridgers se complementan tan bien que logran un hipnotismo puro y una sensación bellísima, porque a veces en la tristeza hay cosas demasiado bellas.
Afortunadamente, después de un tema tan hermoso, cerramos a gran altura con “Send For Me”, un tema mucho más cercano al dream y art pop, con la voz quebradiza de Matt Berninger de vuelta. Estos temas son los más conmovedores y líricamente preciosos, abordando amores imperecederos con frases emotivas como: “If you’re ever sitting at the airport, And you don’t wanna leave, Don’t even know what you’re there for, Send for me” (“Si alguna vez estás sentada en un aeropuerto y no te quieres ir, si no sabes qué haces ahí, manda por mí”).
O esto, que puede hacer derramar una lágrima o más, ya que la poderosa letra de Matt nos invade:
“If you’re ever in a psychiatric greenhouse, With slip-on shoes, Wipe a smile on the shatterproof windows, I’ll know what to do, If you’re ever in gift shop dying inside, Filling up with tears, Cuz you thought of somebody you loved, You haven’t seen in years, Send for me whenever wherever, Send for me I’ll come and get you”
(“Si alguna vez estás en un asilo psiquiátrico con zapatos sin cordones, dibuja una sonrisa en las ventanas irrompibles, sabré qué hacer. Si alguna vez estás en la tienda de regalos muriendo por dentro, llenándote de lágrimas porque pensaste en alguien a quien amabas y no has visto en años, manda por mí, cuando sea, donde sea, vendré a buscarte”).
Finalmente First Two Pages Of Frankestein termina, con dos de las mejores canciones de todo el album y una evocadora imagen emocional que demuestra que Matt Berninger no ha perdido un apice de ser uno de los mejores letristas de su generación y que cuando se lo propone y nace nos puede hacer llorar y ser un mar de emociones.
Un álbum entre la búsqueda de lo nuevo y de la fórmula que funciona. Post crítica
Si bien la melodía de piano que inicia este LP es muy armónica, comenzamos con el pie izquierdo, ya que en los primeros dos tracks hay problemas, al no darle suficiente valor al invitado. Seguimos con una canción mediana, bastante meh, y la situación empieza a mejorar a partir del tercer tema. Sin embargo, no hay uniformidad; coexisten grandes temas con otros más planos y menos inspirados. Se nota que The National está abierto a seguir explorando más sonidos para sus canciones y que Matt Berninger, cuando se lo propone, sigue siendo nuestro hombre depresivo favorito del indie rock americano.
A pesar de ello, no es suficiente y, a veces, regresar a la fórmula que tanto los ha distinguido, aunque sea repetitiva, es lo que mejor funciona. First Two Pages Of Frankenstein es un buen intento por apuntar en diferentes direcciones y, aunque solo tenga 11 temas, es un disco al que si le hubiéramos recortado dos tracks, hubiera funcionado mucho mejor (el famoso edit, edit, edit).
En Columna Musical esta semana tendremos varias reseñas, así que deberías darte una vuelta por nuestro apartado para que sepas que opinamos de los discos más actuales.
Aqui nos leemos.
