En los últimos 6 años el post-punk a tenido un resurgimiento en el territorio de Gran Bretaña; varias agrupaciones han decidido poner nuevamente a este género en el radar de lo mejor que se pueda escuchar en la industria musical. Es así que, artistas como IDLES, FONTAINES D.C., Black Midi, Viagra Boys entre otros han entregado álbumes que inmediatamente se han convertido en clásicos modernos del género, véase el fantástico Joy as an act the resistance de IDLES en 2018.
Es así que, entre todas estos artistas que han lanzado grandes producciones de post-punk hay una que, en 2018 inmediatamente fue seleccionada como la favorita de la crítica y a la cual se le veía un futuro prometedor; esa banda se llama Shame, y el día de hoy te hablaré de su más reciente álbum de estudio, Food for Worms (Dead Oceans).
Shame se formó en South London, Inglaterra en el año de 2014. Sus miembros son: Eddie Green (Guitarra), Charlie Forbes (Batería), Josh Finerty (Bajo), Sean Coyle-Smith (Guitarra) y Charlie Steen (Voz). En 2014 publican su primer EP titulado Gone Fisting publicado bajo el sello discográfico Dead Oceans. En 2018 publican su primer LP titulado Songs of Praise y 3 años más tarde lanzan su segundo álbum de nombre Drunk Tank Pink, ambos discos publicados por el mismo sello discográfico.
Para Food For Worms la banda no tuvo ideas claras a la hora de concebir canciones, según han contado los miembros en distintas entrevistas. Por más intento de producir una canción en el estudio la banda no consiguió entregar algún buen track que fuera de su agrado, por ello se decidió que el disco no se grabaría como de costumbre.
Si en la producción pasada se contó con el fantástico James Ford (Arctic Monkeys, Jessie Ware, Depeche Mode) que hizo que las guitarras sonarán increíbles, para este tercer álbum se ha decididio tener a Flood (Smashing Pumpkins, Depeche Mode, Foals) como productor quien ha hecho un buen trabajo de dirección sonora pues, cada canción goza de sonar muy bien, no hay saturación de instrumentos y se aprecia mucho cada componente sonoro que hay en cada track.
Es así que, teniendo a Flood como productor y con una banda que no lograba concentrarse para concebir una canción que fuera de su agrado, se decidió que el álbum fuera grabado en directo desde el estudio en una sola sesión. Las canciones de Food for Worms fueron creadas orgánicamente, sin edición o algún cambio final. Un punto extra es que, el disco se siente con más energía puesto que, la grabación es de una banda que está ejecutando tracks en directo, como si estuvieran en concierto y eso es lo que se consigue, que se sienta orgánico y frenético. Como si la banda estuviera junto de ti interpretando sus canciones.
Food for Worms es un álbum de 10 canciones que habla del compañerismo, de la amistad, una celebración a estos lazos; no querían un disco de amor, de tristeza o de ira, querían hablar de algo que casi no se aborda en un álbum, la amistad.
Food for Worms. Crítica
Food For Worms, lanzado el 23 de febrero de 2023, es la prueba definitiva para ver si realmente los londinenses son aquella banda que la crítica pensó que sería. En Drunk Tank Pink la expectativa se cumplió, se superó la prueba del segundo disco. Ahora, en este álbum, la banda se tenía que consagrar definitivamente, expandirse a un público más amplio. De una vez lo diré, Shame en este tercer álbum logran otro acierto en su discografía, dan un LP enérgico y balanceado. Aunque, también debo decir que no consiguen tener la consagración que se esperaba.
El álbum comienza con el primer sencillo promocional que se presentó el año pasado. “Fingers of Steel” inicia con un teclado saturado que sirve como introducción a este track, para después pasar a un potente riff de guitarra característico de la banda.
A partir de este track nos encontramos con algo nuevo dentro de Shame y es que, la voz de Charlie Steen es más melódica en comparación de los álbumes pasados; Steen no gruñe como en sus anteriores producciones, en esta ocasión Charlie ha decidido cantar, dar una voz más melódica. Lo anterior, de entrada, ya nos sitúa en un nuevo terreno junto a la banda. Este primer track es pura energía, con un estribillo pegadizo que te engancha desde la primera vez y una guitarra explosiva que nos recuerda que Shame está de regreso.
“Six Pack” sigue esa locura sonora con la que finalizó el track anterior; un riff que se enmarca en un funk-punk es el hilo conductor de esta rola hipnótica que posee una batería potente a gran velocidad que refuerza ese feroz riff. “Everything within this room was made just for you” ( Todo dentro de esta habitación fue hecho solo para ti ) canta Steen en esta canción, una rola que te dice que puedes obtener todo aquello que ves, mientras lo desees ahí estará.
Este tema tiene el final más feroz de todo el álbum, el desenlace es un huracán sonoro que con un riff desenfrenado y una batería explosiva se encargan de finalizar la rola, la cual se va consumiendo poco a poco, en un desgaste sonoro que no suena abrupto, sino orgánico.
Los decibeles bajan en “Yankees”, track pausado y que sirve a la perfección para mostrar de mejor manera a Charlie Steen en este estado melódico. Con coros a los que se suman los otros miembros de la banda, el track suele subir de intensidad en ocasiones, aunque no consigue triunfar en ese apartado como sus antecesoras. El track tiene la forma de parecer una balada ácida, se nota frustración en algunos momentos aunque no termina gruñendo como lo hacía en producciones pasadas, Steen continúa cantando y eso se agradece pues, se distingue una mayor madurez en él y en la banda.
“Alibis”, que inicia a ritmo lento es una canción potente, que te sacude con unos intensos y desenfrenados riffs en donde la voz de Steen se permite ser más feroz a medida que la intensidad sube. La guitarra termina dominando los casi tres minutos de la canción. “They love me” (ellos me aman) canta Charlie mientras los filosos riffs de guitarra resuenan en este track. Al igual que en “Six Pack” en este tema se siente mucha euforia desatada por la banda, quizás esto se deba a la forma en que se produjo el disco, teniendo una mayor intensidad en los tracks más frenéticos, tal es el caso de “Alibis”.
“Adderall” es intensa, pero no ruidosa; con este track Shame consigue entregar la intensidad que los caracteriza, pero con un método distinto; aprovechando la melódica voz de Steen y con una producción orgánica. La pieza ofrece un himno de estadio, es un track pensado para corear en un gran recinto con una gran multitud que emule el eficaz estribillo lírico de Charlie.
Con delays de guitarras el track da esperanza. Y también un contraste de la felicidad que puede ser alcanzada a través de algo; con intensidad dramática ya casi al final de la canción, “Adderall” consigue ser emotiva, sonar orgánica y mejor aún, fresca; cierra a la perfección esta primera parte del álbum, siendo el mejor track del disco y una de las mejores rolas de Shame.
En la segunda parte del disco nos encontramos con canciones más pausadas, con menos intensidad, pero que logran funcionar para dar conclusión a este disco. “Orchid” destaca por ser un tema que se adentra en terrenos acústicos utilizando una guitarra acústica como apertura y añadiendo platillos luminosos para moldear una canción que es agradable, aunque, da un inicio frío a esta segunda parte del álbum.
“The Fall of Paul” y “Burning By Design” logran recuperar la intensidad característica de la primera parte y muestran a un Steen más confiado a la hora de cantar. En “The Fall of Paul” Shame saca su lado más post-punk y ofrece una voz más sucia y riffs más densos que dan forma a una canción robusta y potente. “Burning by design” es engañosa, siendo un tema que al principio pareciera será lento, pero al final resulta ser un track nuevamente cargado de energía y ruido en sus tres minutos y medio.
“Different Person”, que dura más de cinco minutos, es la penúltima canción de este álbum. El track se da el tiempo necesario para crecer, para desenvolverse e ir evolucionando en su estructura sonora. Con una línea de guitarra inicial que se mantiene, el track poco a poco empieza a incorporar más instrumentos a la ecuación lo cual permite ir puliendo el ritmo de la melodía que poco a poco logra enganchar más. El desenlace de esta canción es el ya característico de la banda, un frenesí sonoro en dónde llevan al límite todos sus instrumentos hasta finalizar el track.
“All the people” finaliza el tercer álbum de Shame. La canción es genuina, es orgánica, es sincera, es frágil y sencilla; con poco Shame logra hacer más. Con acordes de guitarra y Steen cantando la melodía da inicio. Los demás integrantes se unen en el track, y consiguen crear una canción con sentimiento de esperanza y que va en crescendo hasta finalizar. “All the people that you’re gonna meet / Don’t you throw it all away” (Todas las personas que vas a conocer… no tires todo por la borda) canta Steen con un sentimiento esperanzador mientras sus compañeros le siguen a manera de coro.
El cierre del álbum es estremecedor, finaliza este álbum luminoso, que sacrifica virtudes de las anteriores producciones pero, obtiene algunas nuevas que pueden utilizarse en el futuro.
Shame. Lo mejor está por venir. Post reseña
Food for Worms es el álbum más melódico de Shame hasta la fecha, dónde se han permitido cambiar ciertas reglas que tenían como banda y así poder ofrecer canciones diferentes y frescas. Si bien la banda no continua con el camino que se había planteado en los dos primeros LP, este tercer álbum no es malo, brillará en la discografía del grupo por ser diferente, pero, si nos remontamos a lo que venían haciendo y si esperábamos un disco que ofreciera un post punk más pulido de la banda, lamentablemente eso no se consigue.
Los dos discos anteriores brillan más por ser más letales, ser más infecciosos y propositivos a la hora de enmarcar clásicos de post punk. En este álbum de cierto modo Shame se siente débil, han decidido dar una nueva dirección a su música y encontrar una nueva forma de ofrecer su sonido. Este álbum no será el que consagre a Shame a las masas; si bien las melodías son menos densas; les falta ser más memorables.
El disco es bueno, pero no se enmarca como un clásico instantáneo que la banda ha sabido dar. Por lo mientras, nos quedamos con este buen resultado que los londinenses han obtenido, mientras seguimos esperando aquel disco que muestre a Shame manejando todas sus virtudes a la perfección.
En Columna Musical hemos tratado de cubrir los mejores y más recientes lanzamientos de este año; si quieres escuchar algo más postpunk te invito a que cheques la reseña que tenemos del más reciente álbum de The Murder Capital, Gigi’s Recovery, un disco lúgubre y feroz que entrega una excelente dosis de post-punk de lo mejor del año. Cave World de Viagra Boys es otra buena recomendación del 2022. Pero si estás cansado del post-punk podrías checar nuestras recomendaciones de nueva música dónde recomendamos canciones de diversos géneros musicales.
