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Reseña: Whiskey Myers – Tornillo

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© Wiggy Thump Records

La reseña de hoy es de un álbum que, si bien se publicó en 2022, cuenta con un sonido y personalidad que lo habrían colocado sin problemas en algún momento de la década de 1970. Se trata de Tornillo del grupo texano Whiskey Myers. Dialogando con personajes de la talla de Lynyrd Skynyrd, The Band o los hermanos Allman, este nuevo LP fue una emocionante sorpresa que se merece nuestra reseña.

Una carrera que inició con inspiración Country

Aunque en pleno 2022 nos encontramos con la sexta entrega de los discos de Whiskey Myers, la carrera de este sexteto inició con dos muchachos de Texas: Cody Cannon y John Jeffers quienes estaban aprendiendo música inspirados en los ídolos del Country como Waylon Jennings y Hank Williams Jr.

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Whiskey Myers en vivo
Foto: Mhstubbs11, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Desde su segundo álbum de estudio, Firewater (2011) encontró su lugar en Wiggy Thump Records, pero fue su tercer producción la que los catapultó hacia las listas Country de Billboard. Tras musicalizar algunos episodios de la serie Yellowstone de Paramount en 2018, la banda finalmente alcanzó su primer número uno en las listas con su disco homónimo de 2019.

A lo largo de su carrera, los miembros de Whiskey Myers: Cody Cannon (vocalista, guitarras, armónica), John Jeffers (guitarras, steel guitar), Cody Tate (guitarras), Jeff Hogg (batería), Tony Kent (percusiones, teclados) y James Gleaves (bajo), se han movido musicalmente entre diferentes variantes del Rock pero con una personalidad de aire clásico y dignas de hacer estallar estadios con su vigor.

Así llegamos a 2021, cuando iniciaron las grabaciones de su más reciente LP. Para su grabación, el grupo se dirigió a Sonic Ranch, estudio ubicado en su natal Texas. Les tomó 21 días pero tuvieron la libertad de ser sus propios productores esto facilitó el proceso y los empujó a experimentar aún más. Cody Cannon, al hablar sobre Tornillo explicó su proceso de la siguiente manera:

“Vamos a torcer [al género] aún más, creo, con este nuevo disco […] Me encanta la idea de hacer, realmente, lo que sientes. Sale de una manera determinada porque así es como sale. Whiskey Myers nunca ha intentado ser de una manera determinada. Es simplemente como somos. Creo que eso es lo más importante de la música, la belleza de la música: la libertad de crear”.

Tornillo, publicado por Wiggy Thump Records se estrenó el 29 de julio de 2022. Su portada me encantó, mostrando un corazón gigante que es a la vez un cúmulo de bocinas, cables e instrumentos de viento. Este enorme órgano-flotante es visto con recelo por una luna de color naranja, mientras los animales del desierto observan desde un risco. En conclusión, gran portada.

Entre el Southern y el Country, la reseña de Tornillo

Tornillo es un álbum de Rock. De ahí camina entre el estilo Southern y su versión Country, aunque también se aprecian ecos de Blues. Además de su poderosa instrumentación basada en la clásica formación guitarra-bajo-batería, sus 12 canciones cuentan con diversas capas que, en conjunto, le dan al álbum un sonido esplendoroso. Las integran arreglos de cuerdas, varios teclados, una steel guitar, armónicas y secciones de vientos. Una de las inspiraciones sonoras del proyecto fueron los espectaculares actos Motown de los 60 (además del Rock setentero) por lo que otra dimensión de sus temas son los coros Soul.

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De izquierda a derecha: Jeff Hogg, Tony Kent, Cody Tate, Cody Cannon (sentado), John Jeffers, Jamey Gleaves. Foto: Khris Poage

Además del plano musical. Líricamente el disco refuerza la figura de Cody como un valioso cantautor. En las diferentes pistas que componen Tornillo conoceremos diferentes personajes, todos con historias complejas, pero dibujadas desde un ángulo con el que es fácil conectar ya que se perciben genuinas.

Consideremos el inicio cinematográfico. El juego de trompetas pasa de lo desolador a lo épico en menos de un minuto. “Tornillo” advierte la llegada del sheriff, o quizá algún vaquero sin nombre en reluciente technicolor. El outro, con ese rápido movimiento en los dedos del trompetista augura cosas impactantes y aunque el resto del álbum no girará musicalmente alrededor de lo western ni lo Country (en algunos casos sí líricamente), no deja de ser un gran comienzo.

De aquí en adelante el disco se vuelca hacia el Southern Rock. Basta escuchar algunas de las notas en el bajo de “John Wayne” junto al bombo decidido para comenzar a mover el pie. El grupo no se guarda nada y pronto reluce un elemento que seguiremos apreciando en próximas canciones: las secciones de vientos que destellan entre los riffs de guitarra.

No me sorprende que el segundo track del álbum sea uno de los favoritos. Suceden muchas cosas destacables: la presencia campirana de la armónica, los rasgueos con efecto wah-wah que recuerdan temas de Rage Against The Machine (esto se aprecia mejor del lado izquierdo de tus audífonos), los coros Soul, un solo bien logrado y una letra retratando la vida de un hombre que vio a su abuelo dejar un pasado violento (la Guerra de Vietnam) en favor de la música y sin embargo, se encuentra una vez más frente a un mundo en llamas.

El poder sureño de continúa en “Antioch” en donde, si bien el carácter festivo disminuye, no así su ritmo contundente. Dicho poder se convierte en la base de otra de las fortalezas del grupo, las letras Cody Cannon, capaces de retratar cuadros narrativos y crudos. En este caso la pieza gira en torno a un hombre que se ha criado en un hogar violento. Así habla de su padre: “I hate him so much even though I bear his name / I can’t take him right now but one day that’s gonna change / When I get grown” (“Lo odio tanto aunque lleve su nombre / No puedo con él ahora mismo pero un día eso va a cambiar / Cuando crezca”)

Con uno de los mejores solos en el álbum, “Feet’s” regresa a un tropo al que cualquier artista Country o sureño: la vida en constante movimiento, el trotapueblos, el hombre de carretera. Recordándonos que Lynyrd Skynyrd no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Le sigue “Whole World Gone Crazy”, con letra de John Jeffers y en donde volvemos a escuchar un solo trepidante y una letra que, si bien es más simple que las de su colega Cody, plasma muy bien la imagen de muchos de sus escuchas: un hombre simple que solo busca ganarse la vida.

“No tenemos que ser felices”, canta la voz lírica de “For the Kids”, en otra más de esas canciones inspiradas en las familias disfuncionales que existen allá afuera. Si bien el mensaje de “quedarse juntos por los hijos” podría causar cierta comezón a quienes sean menos tradicionalistas, la letra se encarga de darle un contexto que la hace sentir cercana. Así llegamos al núcleo de Tornillo.

Escuchar “The Wolf” es apreciar al sexteto en una pieza que los hace brillar como individuos y en conjunto. Colocándose ya como un clásico en su producción musical, la canción cuenta con vigorosos riffs que se transforman en electrizantes solos en el momento adecuado, buenos ganchos, emotivas secciones de los instrumentos de viento y una interpretación electrizante del vocalista quien retoma la figura del vaquero que se parte la espalda sin importar el día con tal de sobrevivir. Con 5:37 de duración, el tema tiene suficiente espacio para tomar impulso y desde el minuto tres solo crece y crece:

El siguiente track es más Country Rock, añadiendo una sensación Soul gracias a las voces de The McCrary Sisters que, aunque se han lucido a lo largo del disco, tienen en “Missing to Mars” algunos de sus mejores momentos. No lo llamaría un tema débil, pero es clara la diferencia con el esplendor de la canción que le antecede. Tornillo tiene su siguiente gran subidón de energía en “Bad Medicine”. Su raíz de Blues no solo se disfruta en las imágenes brujescas dentro de su letra sino también en las interpretaciones de los guitarristas que dan muestra de su talento. Por si esto no fuera suficiente los coros y la capa dorada que despliega la sección de vientos.

Siendo un nuevo cuadro del hombre sencillo (uno que está construyendo su casa y tiene una esposa embarazada), “Heavy on Me” es uno de los temas más melancólicos del álbum. Es, también, sincero y en ello recae la facilidad para conectar con su anécdota cotidiana. La canción incluso posee momentos acústicos bajando un poco los decibeles, esto le viene bien a la variedad del disco.

Heart of Stone”, la pista que concluye Tornillo, resuena en este mismo espectro: aquí atmósfera es acústica, su letra, ahora vulnerable, se ve envuelta con arreglos de cuerdas y el efecto de una ducha de fondo. Aquí la expresividad del grupo abandona su actitud extrovertida volcando hacia el interior con un hombre que se cuestiona a sí mismo frente al espejo: “As for my youth I threw most of those years away / And I can’t even apologize for half the things I’ve done” (“En cuanto a mi juventud, tiré la mayor parte de esos años a la basura / Y ni siquiera puedo disculparme por la mitad de las cosas que he hecho”).

Y después de la crítica: un gran disco de Rock

Tornillo de Whiskey Myers es un formidable disco de Rock. Ya sea en su vertiente Southern o Country, en cada una de sus 12 pistas hace gala de la madurez de la banda. Esto se percibe con temas robustos en donde al ya de por sí desinhibido sonido del grupo se le suman los acompañamientos de cuerdas y vientos, pero también emotivas piezas que cavan al interior del hombre y sus inseguridades.

Quienes disfruten del Rock de los 70 se sentirán como en casa. Los ecos a bandas clásicas están salpicados por todo el álbum, pero siempre mostrándose con un espíritu fresco y emocionante. Las canciones de Tornillo pronto encenderán bares y estadios, cuando hay música que nace desde los huesos, ésta llegará sin dificultad a los escuchas indicados. Whiskey Myers se coloca como una de las mejores bandas de Rock de 2022.

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¡Que gusto encontrar buen Rock! Pero… ¿qué escuchar ahora en Columna Musical? Por suerte hay recomendaciones para quienes disfrutan de este género. 2022 nos ha dado buenos discos y varios les hemos escrito su reseña, por ejemplo, a Def Leppard y su álbum Diamond Star Halos, tampoco nos podemos olvidar de Fear of the Dawn de Jack White o el regreso de The Black Keys y su LP Dropout Boogie.