My Back Was a Bridge for You to Cross es el quinto álbum de estudio de Anohni and the Johnsons, anteriormente conocidos como Antony and the Johnsons. Fue lanzado el 7 de julio de 2023 por Secretly Canadian y aquí te presentamos nuestra reseña.
El hermoso, dulce y, al mismo tiempo, triste I’m A Bird Now de Antony And The Johnsons, álbum ganador del Mercury Prize, formó parte de la camada de discos del grandioso año 2005 en la música. Considero que ese año marcó la consagración definitiva del “Indie”, no solo como una etiqueta de bandas de punk y garage revival, sino atrayendo a los oyentes hacia muchos otros géneros.
Había algo especial en la voz del artista entonces conocido como Antony Hegarty: una melancolía que se quebraba, y que te quebraba a ti también al escucharla. Aunque actualmente ya no se encuentra en Youtube, su versión de “Here Comes The Sun”, grabada en los estudios Abbey Road, convertía una canción esperanzadora en un momento lacrimógeno y arrebatador. Sin embargo, también tenía colaboraciones donde se mostraba más alegre, como con Hércules & Love Affair en la sensacional y bailable “Blind”. También son famosas sus dos colaboraciones con Björk, cuyas voces juntas lograban gran dramatismo y armonía.
Antony & The Johnsons lanzaron su último álbum en 2012 y desde entonces no habían lanzado nada más. Mientras tanto, Hegarty completó su transición como mujer y en 2016 lanzaría un álbum en solitario llamado HOPELESSNESS.
HOPELESSNESS es un trabajo extraordinario por sus arreglos, sus letras y su voz. Parecía que, desde entonces, solo tendríamos a Anohni como solista, a pesar de que, como artista, estuvo inmersa en el mundo de la ópera y el performance. Pero pasó el tiempo hasta este 2023, un tiempo considerable, aunque hubo por ahí un maxi single aislado llamado “One” el año pasado. Pero Anohni ha regresado con The Johnsons y como resultado tenemos el álbum que vamos a reseñar a continuación: My Back Was A Bridge For You To Cross.
Sombras y algo de luz en Anohni and the Johnsons. Crítica
Lo primero que cabe destacar de este trabajo es su poderosa portada: una foto no tan conocida de Marsha P. Johnson, la Rosa Parks de la comunidad LGBT+. Johnson fue una drag queen y mujer trans que encarnó el espíritu de la rebelión y lanzó el primer proyectil durante los famosos disturbios de Stonewall. Fue a menudo denostada por la misma comunidad gay de la época, conformada principalmente por hombres gay heteronormativos, quienes sentían que las drag queens y las mujeres trans desdibujaban la imagen del movimiento en las marchas por los derechos, y las ridiculizaban relegándolas al final de las protestas.
A pesar de todo, Marsha y su amiga Cynthia gradualmente empezaron a hacerse escuchar. De ser objeto de burlas, pasaron a ser figuras respetadas y líderes en la lucha por los derechos civiles. Estamos hablando de una época en la que, como retrata la serie Pose de FX, los bares y clubes gay estaban destinados únicamente para ‘hombres’ y quien se presentara vestido de mujer era expulsado, a veces incluso con violencia.
El final de Marsha fue trágico y misterioso: su cuerpo fue encontrado flotando en el río Hudson de Nueva York. La causa oficial de su muerte fue determinada como suicidio, pero la autopsia reveló severos golpes por todo su cuerpo. Un caso lleno de interrogantes. Sin embargo, con el paso de los años, la figura de Marsha no ha hecho sino crecer como luchadora por los derechos civiles.
Después de esta lección de historia que nos brinda la mera portada, está claro que Anohni And The Johnsons buscan enviar un mensaje muy poderoso. Y lo logran. Atraen nuestra atención y podríamos decir que es la mejor portada de un LP que hemos visto en lo que va del año.
Pero bueno, hablemos de la música, pues lo único que puedo garantizar sobre Anohni es que canta, escribe, compone y toca el piano de manera excepcional. Definir los géneros o subgéneros en los que se mueven ella y The Johnsons es una tarea complicada; tocan lo que les apetece.
Es posible percibir desde una vibración de cantautor a jazz, a rock teatral, a música barroca, a un indie pop más relajado y, sobre todo, a soul. La crítica ha clasificado este álbum en el cajón de ‘indie music’ y es obvio que ese término no abarca toda su magnificencia.
Por ejemplo, en la cautivadora canción que abre el álbum, “It Must Change”, encontramos un sonido que recuerda bastante a Marvin Gaye, con un maravilloso groove a medio tiempo. Mientras que en el segundo tema, “Go Ahead”, las guitarras distorsionadas y el canto de Anohni, como si estuviera frente a una multitud eufórica, nos remite al Arena Rock, contrastando así con la canción que da inicio al disco. Pero, como dije antes, tocan lo que les place.
“Sliver Of Ice” es un tema sentidísimo con versos magistrales como “Don’t Know What’s wrong, don’t Know what’s right, I belong here as animals might, and the taste of water on My tongue,it was cool and it was good, I Never knew it before,And I love you so much” (No se que está mal, no se que está bien, pertenezco aquí como lo harían los animales, y el sabor del agua en mi lengua era tan fresco y era bueno, nunca lo supe antes, y te amo mucho más).
Cuando afirmo que los versos son magistrales, es porque la naturalidad de las palabras en sí mismas desprenden una musicalidad tremenda incluso al leerlas sin saber que pertenecen a una canción. Rima tras rima suena tan coherente, tan compacto, y la fuente de esta inspiración proviene de Lou Reed, quien en su lecho de muerte compartió sus sentimientos con nuestra cantautora.
“Can’t” es uno de los temas más catárticos del álbum, donde retornamos a ese sonido soul solo que ahora lo percibimos con mucha más intensidad. ¿Y cómo no iba a intensificarse cuando es un tema de inconformidad y rechazo sobre seguir viviendo después de la muerte de un ser amado? A nadie le resulta fácil seguir adelante en medio de tanta gente.
La persona no quiere estar ahí, detesta la monotonía de los lugares que siempre ha conocido, es un tema explosivo sobre la perdida “I don’t like this place, Can’t be long without seeing your face” (No me gusta este lugar, no puedo durar sin ver tu rostro), escuchamos mientras la canción estalla a el no hacerse a la idea de que alguien cercano haya muerto, pero no puede deshacerlo y no se tienen ya, son prácticamente gritos de frustración, de dolor y de negación.
“Scapegoat” es LA CANCIÓN del disco (bueno, una de las dos más brillantes dentro de un compendio de grandes temas) y es una composición majestuosa, pletórica. Más cercana al Chamber Pop, es un tema de franca denuncia, definitivamente relacionado con la situación de las personas del colectivo LGBT+ “Eres tan matable, tan fácil de matar, no es personal, es solo la forma en que naciste, y en esta sociedad un chivo expiatorio es todo lo que puedes ser”.
Es una canción que se va desarrollando lenta pero segura con la voz de Anohni haciendo vibratos al terminar cada frase, tenemos un arreglo de cuerdas justo a la mitad del tema mientras de base nos han servido el bajo, la guitarra y el piano que se sienten desnudos pero que poco a poco son acompañados por otros instrumentos:
“Take all my hate , Into your body, Take all my hate,Into your flesh and body, It doesn’t matter who you are or where you come front, It doesn’t matter what you’ve got to give or why you want to live” (Toma todo mi odio en tu cuerpo, toma todo mi odio en tu carne y cuerpo,no importa quien seas o de donde vengas,no importa que es lo que tengas para dar o por qué quieres vivir).
Es aquí, justo después de estas desgarradoras letras, donde entra el mejor arreglo de cuerdas del 2023, elevando el tema hasta el cielo. Suena fuerte, contundente, devastador y al mismo tiempo, como si un manto, como si unas alas nos envolvieran, nos protegieran. Nos damos cuenta de que la portada de Marsha P. Johnson no está ahí simplemente por estar. Es una creación para la que me quedo sin más palabras.
“It’s My Fault” sirve como un ligero puente entre los dos temas más grandes y tremendos del álbum. Está muy bien ejecutada, tiene ese sabor soul de regreso y una atmósfera de pequeño espacio.
No tiene nada que ver con la siguiente “Rest”, la pista con la atmósfera más oscura del conjunto y también donde encontraremos la mayor cantidad de guitarras eléctricas. Esta maravilla incluso tiene un aire a Western, y cada vez se va abriendo más y más, con una influencia del rock de mediados de los setenta que es imposible de ignorar. Soul, ecos de hard rock setentero, se puede sentir la arena en los zapatos, “Demon’s Dancing Is All I Know, Rest Your Soul” (El baile del demonio es todo lo que se, que descanse tu alma)
Después de este tremendo tema, tenemos “There Wasn’t Enough” con su atmósfera de campo abierto, guitarras acústicas y piano. Es un lamento que suena delicado y etéreo, melancólico y que se forma alrededor de la voz de Anohni. Es otro tema delicado con una temática algo depresiva que recae en la identidad personal. La canción crece hasta un magnífico final con solos de guitarras eléctricas y coros de acompañamiento. Su eco se extiende aún más. Un track excelentemente logrado y, sobre todo, uno de esos a los que regresas una y otra vez, sin duda.
“Why I am Alive Now?” es una pieza que comienza con un tono jazzero en el piano y va evolucionando, mezclando jazz y soul como una moderna Nina Simone. Mientras tanto, Anohni se pregunta: “¿Por qué estoy viva ahora si no quiero ser testigo de las durezas que aquejan a nuestro mundo?” Secciones dramáticas de cuerdas acompañan el tema, creando un sonido singular con reminiscencias a los setenta y una letra que habla sobre las preocupaciones climáticas. Es un trabajo fantástico.
Sé que no tienen nada que ver el uno con el otro, pero recordando el álbum The Car de Artic Monkeys y este, uno se da cuenta de cuándo es pura pretensión y cuándo es la naturalidad la que guía un género como el soul para que siga sonando a los setenta, pero también con tu aporte de modernidad. Lo que falló en aquel disco tremendamente falso y hueco, aquí es pura brillantez.
En la corta y bella “You Be Free”, con un delicado arpegio de guitarra acústica como principal instrumento escuchamos una letra dura sobre la depresión, la aceptación y los momentos duros: “My back was broke, My back was a brigde for you to cross, Then I wished in the aftermath that the earth would take my life, Like she took the lives of my mother and my sisters” (Mi espalda estaba rota, mi espalda fue un puente para que cruzaras, entonces en las consecuencias deseé que la tierra me quitase la vida, como se la quitó a mi madre y a mis hermanas).
Es un tema hermoso pero durísimo que sin embargo deja un mensaje optimista en sus últimas palabras “Serás libre, serás libre por mi”, esta canción lleva dedicatoria a las mujeres trans y a los marginados.
Post- Reseña : Conmovedor y memorable a partes iguales.
My Back Was A Brigde For You To Cross de Anonhi And The Johnsons es un álbum que merece una atenta escucha pero no tarda en hacer click, sobre todo porque es un disco donde se nota mucha dedicación pero sobre todo alma, sinceridad y dolor. Anohni es una artista maravillosa con un sentido de la melodía y la vocalización increíble y su visión del mundo puede ser sombria pero realista aunque siempre deja un faro encendido.
Este es un álbum que puede llegar a deprimir pero no es su intención, de hecho es todo lo contrario, nos prepara para un futuro incierto pero siempre teniendo los pies en el suelo, nos arrulla con su mensaje final, al final serás libre y para eso muchas y muchos tuvieron que abrir el camino, sangrar e incluso morir.
No estaremos aquí siempre, maldeciremos a el destino pero siempre habrá una salida, y eso Anohni acompañada de excelentes músicos (Reuniendo a la banda de nuevo) nos los hace saber, siempre habrá una salida. Anohni es una artista que ya ha demostrado que puede hacer discos, sí, tristes, pero bellos y que al final conservan todavía esperanza en la humanidad.
En Columna Musical estamos reseñando los discos más nuevos y actuales, como el bellísimo y también triste pero esperanzador The Greater Wings de Julie Byrne y si sigues en este mood también el sobresaliente nuevo album de PJ Harvey I Inside The Old Year Dying.
Quédate.
Aquí nos leemos.
