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Reseña: PJ Harvey – I Inside The Old Year Dying

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I Inside The Old Year Dying representa el regreso de una de las personajes más interesantes del folk, el rock y los sonidos alternativos. Sigue leyendo nuestra reseña y descubre qué tan genial es su nuevo proyecto.

Polly Jean Harvey, nacida en Bridport, Dorset, Inglaterra en 1969, ha sido reconocida desde su debut, Rid Of Me, hasta su último trabajo lanzado en 2016, The Hope Six Demolition Project, por ser una de esas raras especies que se adapta y evoluciona con los tiempos. Su música abarca desde el punk hasta el folk más espectral y la investigación histórica.

Es curioso, pero PJ Harvey, como la conocemos, es una artista que en cada década ha producido al menos un trabajo destacado o directamente una obra maestra. En los años noventa, lanzó el ineludible To Bring You My Love de 1995, pico del rock alternativo femenino. En los 2000, ganó el Mercury Prize con Stories From The City, Stories From The Sea, que contó con colaboraciones de talentos como Thom Yorke, y también lanzó el tristísimo y devastador White Chalk en 2007, una pieza fantasmagórica llena de heridas y atmósferas opresivas.

I Inside The Old Year Dying
PJ Harvey 2023. Fotografía : Steve Gullick

Durante la década de 2010, su álbum Let England Shake fue aclamado de forma casi unánime como el mejor de 2011. Se trata de un documento histórico sobre la historia de Inglaterra durante la Primera Guerra Mundial, un trabajo de folk-rock para el que entrevistó a un sinfín de personas, parientes de soldados, y viajó a pueblos ocultos.

El resultado fue tan sobresaliente que el propio gobierno del Reino Unido lo considera material histórico, disponible para consulta en la biblioteca del Parlamento.

Así, PJ Harvey ha pasado de la explosividad punk de sus inicios a una elegante mezcla en sus álbumes posteriores de rock alternativo, folk, noise, música de cámara e incluso electrónica. No solo destaca en lo musical, sino que también su dedicación a sus letras ha quedado patente en sus obras, siendo una reconocida poeta. Sin olvidar, por supuesto, su voz, que es su mayor atributo y cubre un rango que puede ir de la ira más explosiva a la tristeza más infinita.

I Inside The Old Year Dying, en la vida de Polly Jean. Reseña

Siete años después de su última producción, PJ Harvey regresa con un álbum profundamente personal. No es que sus trabajos anteriores no lo hayan sido, pero este está inspirado en su poema épico autobiográfico llamado Orlam. Si en sus dos discos anteriores Harvey construyó obras que hablaban sobre ciertos aspectos del mundo, en este álbum ella nos habla sobre su propio mundo, el que habita en su mente y alma, y nos invita a entrar.

I Inside The Old Year Dying es un álbum que podríamos clasificar musicalmente como Folk-Rock, pero es notable la presencia de sonidos de sintetizadores, dispositivos electrónicos y percusiones alternativas. Al avanzar a través del álbum, nos encontramos con piezas etéreas que ayudan a que, como un río, el álbum fluya y podamos seguir su corriente.

Adentrarse en el mundo de PJ Harvey es dejarse llevar en una balsa a través de las vivencias, pensamientos e ideas de la artista que a veces pueden resultar desconcertantes o extrañas. Lo divino y lo mundano se entrelazan, donde figuras como Jesucristo o Elvis se mezclan con conceptos tan mundanos como las galletas de chispas de chocolate, o tan evocadores como sus recuerdos sobre los campos de maíz, los molinos y la última hoja que cae en otoño antes de comenzar a nevar.

“Prayers At The Gate”, con su sonido ambient y su clarinete, nos da la bienvenida y, de alguna forma, ya nos está preparando para lo que será el álbum. Aunque no todos los temas seguirán esa línea, la inmediata “Autumn Term” tiene un aire más rural británico, un sonido hogareño creado en el salón de una casa alrededor de alguna fogata. Es una canción que identificamos instantáneamente, no podría ser de nadie más que de PJ Harvey, con todos esos sonidos finales. La multi-instrumentista se siente cómoda mostrándonos fragmentos de su vida y no podríamos sentirnos más complacidos de estar completamente invitados.

“Lwonesome Tonight” (Así se llama, no está mal escrito) es una canción que en su aparente sencillez de arpegios de guitarra acústica y un sintetizador de dos notas sostenidas nos mantiene cautivos, desprende una esencia particular, algo que nos atrae hacia ella como cebo de alguna trampa.

“Seem an I” comienza con un canto a capella de PJ mientras tenemos ruidos de granja de fondo como cabras o vacas, para luego reforzarse en sus coros femeninos mientras nos habla de la vida rural inglesa, ciertos momentos definitivos en su juventud. Llama la atención que en todo el álbum los sonidos de sintetizadores y alguno que otro aparato electrónico resulte tan sutil y que si bien formen parte importante de las canciones, estas se sientan tan naturales, “The Nether-Edge” con sus coros pastorales recibiendonos es uno de los mejores ejemplos de lo que digo sobre el sonido de este LP.

“I Inside The Old Year Dying” sobresale gracias al énfasis en sus guitarras, tanto acústicas como eléctricas, jugueteando con distorsiones. Los coros, compuestos por simples “mmm…mmm”, aportan a la canción una letra concisa y algo críptica que contribuye a la creación de una atmósfera enigmática.

“All Souls” a diferencia de lo directo del tema anterior es una canción que se toma su tiempo con acordes de sintetizador para introducir el canto dulce de Harvey, y se va cocinando a fuego lento subiendo poco a poco, el sonido del autoharp (Uno de los instrumentos principales de Polly Jean desde White Chalk) se hace presente y la sincronización de las vocales juntos con su inseparable John Parish crean una canción interesantísima.

“A Child Question, August” segundo single del álbum es una de las mejores canciones y sobresale entre una calidad tan uniforme de buenos tracks, el autoharp, la armonía vocal, los tambores,la letra recordando los amores inocentes “Rocks tell stories’cross the corn” (“Las rocas cuentan historias, cruzan el maíz”).

Continuamos con el trabajo delicado en arpegios de guitarra de Parish y el canto de PJ en “I Inside The Old I Dying”, esta canción es un cuadro pintado de la infancia completa, riendo en las hojas, jugando con niños desconocidos llenos de tierra de algún lugar desconocido como marca al final en su tierno y hermoso verso de cierre repitiéndose hasta un fade out.

En “August”, encontramos una mayor presencia de guitarras eléctricas y sintetizadores que construyen una atmósfera envolvente. Se puede percibir un dejo de melancolía en las extensas notas vocales de la cantante y los coros de John Parish, que siempre parecen encontrar la manera de armonizar con el tono vocal que PJ elige para sus diferentes canciones.

Por otro lado, “A Child’s Question, July” logra condensar en sus escasos tres minutos, sonidos inquietantes de percusión que remiten a una ceremonia celta y la voz susurrante de Parish aporta un elemento de suspense. Por encima de este ambiente tan magistralmente construido con guitarras eléctricas y sonidos de aves muestreados, la voz de PJ Harvey se hace camino, como si surgiera desde el centro de un círculo de danza pagana. ¿Podría ser el mejor track del álbum? Es un fuerte contendiente.

Pero no puedo asegurarte que el track pasado sea el mejor del LP porque aparte de otros tenemos este “A Noiseless Noise” que cierra la obra, un disco donde finalmente se descargan las percusiones en una danza hipnótica y los ruidos creados por guitarras eléctricas y otros aparatos atrapan en una especie de círculo de fuego nuestros oídos, para el tema final es cuando se desata lo más ‘oscuro’ de este album, aun así se detenga en dramáticos arpegios de guitarra acústica y termine en ruidos que suenan como aplastados. Es un cierre magnífico.

Un regreso formidable de PJ Harvey. Post crítica.

Desde White Chalk Polly Jean Harvey ha sido considerada por algunos como una cantante de rock barroco y victoriano, su estilo de vestir que cambió desde ese trágico álbum y sus sonidos folk con temas del pasado de su país le daban la razón a la prensa que así la calificaba. Este último trabajo que estamos revisando no hace nada por cambiar esa percepción pero si integra sonidos más modernos como ya lo he descrito en algunos temas, sintetizadores y aparatos electrónicos, loops, sampleos.

Y lo más curioso es que nunca, pero nunca en el disco se siente que esos sonidos sobrepasen el resultado final nostálgico que PJ quería conseguir, estamos hablando de su infancia y adolescencia ni más ni menos.

Ella no es una artista que se haya quedado estancada después de sus últimos álbumes, simplemente ha experimentado un proceso que se conoce como “madurez”. Ahora en sus cincuentas, Harvey sigue experimentando, pero lo hace sobre una base ya definida. Es imposible no percibir un dejo de melancolía en su música, quizás sea la sensación de alguien que ha visto mucho, tal vez no lo suficiente, pero es capaz de compartir a través de su música todo lo que ha disfrutado, las risas y las lágrimas que ha vivido en este mundo. Y sobre todo, nos invita a su mundo personal, un espacio al que ella nos da la bienvenida con brazos abiertos.

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En Columna Musical reseñamos los discos más recientes así como recomendamos las mejores canciones lanzadas este 2023.

Quédate.

Aquí nos leemos.