A nuestros lectores les encanta el rock y rock tenemos para ustedes. Starcatcher es el nuevo disco de la banda norteamericana Greta Van Fleet. No te pierdas nuestra crítica.
Greta Van Fleet, banda originaria de Frankenmuth, Michigan, es hoy en día una de las agrupaciones de rock más populares, gracias a su propuesta de hard rock que evoca a las bandas del género de la década de los 70, principalmente a Led Zeppelin. Esto representa tanto su mayor desafío como su gran fortaleza.
Allá por 2017, veía en internet encabezados que anunciaban a “los nuevos Led Zeppelin”, lo cual despertó en mí un gran interés por el grupo. Inmediatamente comencé a reproducir algunas de sus melodías. El letal y radiante riff de “Highway Tune” me pareció sorprendente; un riff que engancha desde el primer momento al oyente. Sin embargo, lo que más llamó mi atención fue la expansiva voz de su vocalista Josh Kiszka. La manera en la que se presenta en este track es igual o incluso más letal que el riff de guitarra, desencadenando una adrenalina desbordante e inmediatamente te sumerge en la canción.
Mi fascinación por la agrupación duró apenas una tarde, no porque la banda fuera mala, sino porque su propuesta musical no resultó ser tan innovadora; ofrecen buenos riffs, ruidosos y adictivos, pero que pierden su brillo tras varias escuchas.
La banda ha recibido numerosas comparaciones con Led Zeppelin, cuyo vocalista, Robert Plant, ha mostrado su apoyo al grupo. Greta Van Fleet publicó su primer álbum en 2017, y ha seguido lanzando un disco al año. En 2021 publicaron su tercer álbum y este año han lanzado su cuarto material, denominado Starcatcher, que es el que voy a reseñar en esta ocasión.
Greta Van Fleet. Más que un tributo a Led Zeppelin.
Los miembros de Greta Van Fleet son: los hermanos Josh Kiszka (Voz), Jake Kiszka (Guitarra), Sam Kiszka (bajo y órgano) y el baterista Danny Wagner. El nombre de la banda hace referencia al nombre de una mujer a la cual los hermanos Kiszka le cortaban leña. La banda se formó en Michigan en el año 2012, para ese entonces el baterista era Kyle Hauck quien se iría en octubre del año siguiente y en su lugar entraría Danny Wagner.
Es así que, la formación actual lleva en activo casi una década. En estos años han lanzado varias producciones discográficas bajo el sello de Lava y Republic records. Para 2012 la agrupación grabó 3 demos de los cuales la pieza a resaltar es “Highway Tune” pues este track los daría a conocer comercialmente; el track comenzó a salir en algunas series de televisión y empezó a publicarse en varias tiendas de música como itunes. “Highway Tune” sirvió como corte de presentación para que la banda se diera a conocer, atrajera a un amplio público y promocionara el EP debut Black Smoke Rising.
Greta Van Fleet 2023. Foto: Neil Krug.
En octubre de 2017, fue lanzado From The Fires. Inicialmente concebido como un EP doble con 8 canciones, la agrupación finalmente decidió considerarlo como su primer LP. Esta producción es notable principalmente por su similitud con Led Zeppelin; en From The Fires se presentan canciones llenas de riffs desenfrenados y una batería demoledora que acompañan de buena manera el amplio rango vocal de Josh. Canciones como “Safari Song”, “Edge of Darkness” y “Highway Tune” muestran a una banda decidida a ofrecer un hard rock demoledor, con un sonido clásico pero aportando nuevos riffs que, aunque no son memorables, poseen suficiente esencia para resultar entretenidos.
Anthem Of The Peaceful Army, lanzado a finales de 2018, llegó un año después del primer álbum, pero el resultado fue desastroso. El álbum opta por mantener la misma fórmula que en el primer LP, pero lamentablemente no logra entregar canciones que al menos sean entretenidas para pasar un buen rato. En este álbum se evidencia que, aunque el grupo tiene talento, las canciones que han creado bien podrían haber sido elaboradas por cualquier otra banda de rock que desee rendir homenaje a un grupo como Zeppelin.
Es así que, en The Battle at Gardens Gate la cosa cambia a favor de la agrupación. En este álbum el grupo abraza el sonido de los 70, sí, pero el cuarteto decide dar un aire fresco a su sonido agregando un órgano en la formula por lo cual, tenemos un cambio en la dirección de las canciones pues ahora pasan a ser más melódicas pero sin dejar la oportunidad de ofrecer grandes riffs de guitarra cuando es necesario.
Canciones como “Broken Bells”, “Age of Machine” y “Heat Avobe” muestran ser canciones mejor elaboradas, son ejemplo de un rock progresivo que con una autentica explosión de hard rock en la parte final se colocan como canciones mucho mejor planteadas que las del segundo álbum.
En The Battle Gardens Gate, Greta Van Fleet sigue optando por ofrecer un hard rock revival pero, estas canciones ya no crean motivos directos para tachar a la agrupación como banda tributo. En este álbum Greta consigue distanciarse de bandas con las que se les pudiera comparar y comienzan a formar un sonido más particular de ellos.
Luego de tres álbumes y de canciones que en su mayoría parecieran intentos por recrear un sonido de una banda en particular, Greta Van Fleet nos entrega su nuevo álbum con el cual intentan mostrar que, son más que referencias al pasado.
Starcatcher. Tocando para las estrellas. Reseña.
A gusto particular me había parecido muy buena idea el incorporar a Greg Kurstin en la producción de The Battle Gardens Gate; creo que el hecho de que Kurstin estuviera en la producción fue la razón por la que le diera la oportunidad a este álbum. Kurstin en particular permite que las bandas ofrezcan su sonido pesado, sí, pero las orienta a que ese sonido sea agradable y sobre todo sea memorable.
Starcatcher contó con la producción de Dave Cobb, reconocido por su trabajo con Sturgill Simpson y Chris Stapleton. Bajo la batuta de Cobb, Greta Van Fleet logra ofrecer un sonido que rememora más a sus dos primeros álbumes, alejándose de la fórmula melódica propuesta en su trabajo previo. Las guitarras en esta producción suenan más crudas, más feroces, permitiéndose así crear un sonido más austero que en su álbum anterior.
En entrevistas promocionales para este álbum, la banda ha declarado que su objetivo era volver a sus raíces, ofrecer un sonido más orgánico y salvaje. Lo interesante con Starcatcher es que sí consiguen volver al sonido con el que se dieron a conocer, pero ahora muestran una madurez en sus composiciones que les permite crear canciones mejor estructuradas con riffs más intensos, evitando paralelismos con otras bandas.
Es cierto que el sonido de Greta Van Fleet no es innovador, pero lo que este cuarteto busca es hacerlo propio, demostrar que, a pesar de su poca originalidad, la banda puede ofrecer temas intensos, divertidos y atractivos para el público.
Greta Van Fleet está compuesta por cuatro miembros, pero la dirección principal recae sobre dos: los gemelos Kiszka, Jake y Josh. Tuve la oportunidad de ver a la banda en vivo una vez y fue entonces cuando entendí que, aunque la voz de Josh es titánica y explosiva gracias a su rango vocal, la guitarra de Jake es el componente que realmente electrifica al público. El guitarrista es quien dirige cada una de las melodías y es el responsable de decidir cuán intensa será la interpretación y cuán profunda será la hipnosis que genera a través de su guitarra.
La voz y la guitarra son los dos componentes principales de la banda, y en este álbum queda absolutamente claro. Desde el principio con “Fate Of The Faithful”, la banda construye una canción donde la guitarra de Jake ofrece un riff que crea una atmósfera de misticismo, amplificada por la expansiva voz de Josh. Esta pista proporciona un inicio vibrante que, mediante un solo de guitarra por parte de Jake, se convierte en un arranque contundente. El ritmo de la canción en general es lento, pero en algunos momentos gana fuerza y libera una carga pesada de guitarra y bajo que potencia la canción.
La letra de la canción muestra una vez más versos con carga mística, referencias a Dioses, al cosmos, al tiempo mismo; este track muestra de inmediato que, las canciones de Greta nuevamente están influenciadas por narrar situaciones celestiales, sucesos místicos del universo que, serán narrados en compañía de hard rock, rock progresivo y blues en alguna que otra canción.
La acústica está presente en canciones como “Waited All Your Life” o “Meeting The Master”. En “Waited All Your Life” tenemos una canción que inicia con acordes acústicos para después tomar más fuerza y pasar por un juego de cuerdas eléctricas que ofrecen un riff robusto a ritmo lento que construye una melodía llena de arpegios acústicos y una bateria que juega con platillos. Este track es un corte más pausado en dónde la banda se permite ir construyendo poco a poco el climax de la canción el cual se logra gracias al rango vocal de Josh.
Greta Van Fleet ha demostrado gradualmente que no sólo con canciones explosivas pueden triunfar. Por ejemplo, con “Waited All Your Life” las revoluciones bajan y se obtiene una canción atractiva. Sin embargo, la realidad es que, cuando ofrecen ráfagas de riffs provocativos, muy rara vez la banda falla. “The Falling Sky” es el primer corte que es efectivo desde la primera escucha.
La ejecución de hard rock por parte de Jake es brutal, pues se permite dar riffs rápidos y un descomunal solo de guitarra que incrementa el dramatismo de la canción, que sube de nivel gracias a unos “Whoa Whoa” por parte de Josh. En la recta final, el track alcanza niveles de epicidad gracias a unos coros que acompañan a un desenfrenado Jake que teje, mediante sus cuerdas, un sonido lleno de potencia mientras se escucha un solo de armónica que sólo consigue que el tema sea más memorable.
La batería es la encargada de introducirnos en el tema cargado de divinidad de nombre “Sacred The Tread”. Este track juega a ritmo lento, con una guitarra robusta y una voz sónica que hipnotiza en todo el track. La voz de Josh en esta canción suena mística, relata una historia que alude al contacto con el cosmos. “ I’ve seen it in the stars, To dress up a wound, heal a scar” ( Lo he visto una estrella, para vestir una herida curar una cicatriz) canta Josh en este track que deslumbra por un solo de guitarra que sube un poco la intensidad y no pierde el hechizo de hipnosis que la voz de Josh ha conseguido desde el inicio del track.
Un track intenso como “Runway Blues” se agradece pero, no aporta nada a este álbum. El corte llega durar apenas poco más de un minuto y el sonido que ofrece es demasiado alto que llega a ser insoportable. Es más una demostración del talento que la banda posee en cada uno de sus roles pero, eso puede evidenciarse en otros track y no en uno que pareciera ser una idea inconclusa que la banda no supo concretar de la manera correcta.
Afortunadamente, la banda logra retomar el camino con “The Indigo Streak” y “Frozen Light”, donde vuelven a desatar toda su artillería pesada mediante robustos riffs que dan la sensación de ser más agresivos que en la primera parte del álbum. “The Indigo Streak” ofrece destellos de psicodelia en algunas partes, especialmente en un solo de guitarra que no es desenfrenado sino hipnótico, por su ejecución lenta pero llena de furia.
Por su parte, “Frozen Light” es una canción más densa, que no tiene un gancho tan atractivo como para ser divertida. Sin embargo, la ejecución final en el solo de guitarra deja un buen sabor de boca. “The Archer” emana ese sonido celestial que la banda ha buscado transmitir desde el álbum anterior. El concepto principal de Starcatcher es el cosmos. Si en el álbum anterior el hilo principal era el humanismo, en este la banda se pregunta cuál es el lugar del hombre en el universo.
Con “The Archer” tenemos un inicio que juega con arpegios de guitarra acústica los cuales dan paso a que un robusto riff de guitarra entre en acción para después dar espacio a que Josh haga presencia con su voz para adentrarse en el papel de un arquero. El juego de cuerdas que hay en este track es dulce, crea una atmosfera de misticismo pero, lamentablemente cuando la intensidad sube a tono con la guitarra eléctrica el track pierde parte de su atractivo. Es un track carente de ganchos atractivos y que por sus 5 minutos se vuelve tediosa.
La recta final de este álbum la protagonizan dos canciones épicas en construcción y en sonido. “Meeting The Master” es la obra por excelencia del álbum, el track mejor elaborado y en dónde construyen a base de guitarras acústicas un sonido celestial y místico que desencadena en un track de hard rock épico. La letra introspectiva nos narra una odisea por encontrar a un maestro, por encontrar a alguien. El viaje narrativo nos cuenta: “Final day to meet the master, It’s my time to go home” (“Último día para conocer al maestro, es mi turno de regresar a casa”) mientras unas cuerdas acústicas dan un sonido dulce acompañado de un órgano.
El track va de menos a más, posee elementos de rock progresivo en su construcción, por lo que el intermedio de la canción nos ofrece una explosión de sonidos e incorpora una guitarra eléctrica que eleva la intensidad. El final es épica en estado puro, con un Josh cantando “Blow it up, to give him,All of our love, all of our love” (“Explótalo, para darle todo nuestro amor”) el track concluye.
El final del álbum llega con “Farewell For Now” la cual es menos épica que el corte anterior. Hubiera sido mejor elección terminar con “Meeting The Masters” pues, en ese track se nos ofreció una mayor progresión y épica que en éste. “Farewell For Now” tiene la misma estructura que muchas canciones de este recopilado; posee un inicio armonioso y en la recta final se convierte en un track lleno de furia y caos. Aunque, a decir verdad, la forma en la que este track termina se siente más orgánica, con una voz de Josh esperanzadora al finalizar el álbum.
Post Crítica. Starcatcher.
Starcatcher es un álbum que ofrece una alta dosis de hard rock y rock progresivo a través de 10 canciones que logran mostrar una madurez de la banda y de igual forma deja en claro que el grupo es más que una banda tributo. El sonido que ha adoptado lo saben manejar de buena manera pero, lamentablemente la mayoría de estas 10 canciones están construidas con la misma estructura, inicio lento, intermedio desenfrenado con solo de guitarra y final épico. El que utilicen está estructura no es malo pues, han logrado crear canciones entretenidas pero que en ocasiones llegan a cansar por repetir el mismo patrón.
En su álbum anterior, Greta Van Fleet mostró ser más diverso y propositivo con canciones más melódicas; en Starcatcher consiguen ser más explosivos pero menos atractivos. Lo cierto es que, al igual que sus primeros álbumes, este material discográfico les gustara a todos aquellos que disfrutan de unos buenos riffs de guitarra y un sonido épico. Greta Van Fleet consigue dar un paso adelante en la construcción de canciones épicas pero, dan un paso atrás en ofrecer canciones diversas, en proponer nuevas rutas hacía donde puede ir su sonido, algo que se había conseguido en el anterior LP.
En Columna Musical no paramos de traerte las reseñas de las producciones más nuevas que han salido en la industria musical. Este año nos ha mostrado grandes regresos de bandas muy queridas como el caso de Blur, banda de la cual hemos reseñado su más reciente producción de nombre The Ballad of Darren. De igual manera recomendamos alguna que otra canción que creemos pueda ser de tu agrado y también te hacemos la sugerencia de que cheques nuestra sección de emergentes, quizás tu próxima banda pueda estar ahí.
