Parece que han quedado atrás las diez personas que murieron y los cientos de heridos en el infame festival Astroworld del rapero Travis Scott en 2021. Y es que UTOPIA, el más reciente disco -el cuarto para ser exactos- del cantante originario de Houston, Texas, se estrenó el pasado 28 de julio inmediatamente en el número 1 en la lista Billboard 200.
Según The New York Times tuvo el equivalente a 496.000 ventas en Estados Unidos, incluidas 331 millones de reproducciones y 252.000 copias vendidas como paquete completo. Esto lo convierte, por mucho, en el lanzamiento más grande para cualquier álbum de hip-hop de lo que va de este año.
Siempre excéntrico, siempre polémico
Cuando se anunció el estreno de este álbum también se difundió que el lanzamiento sería un evento sin comparaciones que se transmitiría en vivo desde las pirámides de Gizah, en Egipto. Pero, semanas antes las autoridades egipcias anunciaron la cancelación de su presentación por motivos de seguridad y “rituales peculiares”. Según el medio Egypt Today, el Sindicato de Músicos Egipcios que supervisa la emisión de licencias para conciertos de música, citó como motivos para la cancelación la realización de “rituales peculiares realizados por la estrella durante su actuación, que contradicen sus auténticos valores y tradiciones sociales”.
Aunque Scott no pudo presentarse en las pirámides de Egipto, finalmente sí dio un concierto de lanzamiento el pasado lunes 7 de julio en el Circo Máximo de Roma, una vez el campo más grande para carreras de carros romanos, edificio que fue construido en el valle entre las colinas del Palatino y el Aventino.
El concierto contó con la aparición de un invitado sorpresa: Ye, antes conocido como Kanye West, quien hizo su primera aparición en vivo después de hacer una serie de comentarios antisemitas el otoño pasado, que diieron como resultado que se exiliara en gran medida del negocio de la música, y se cancelaron sus lucrativas asociaciones de moda con Adidas y Balenciaga.
“No hay UTOPIA (2023) sin Kanye West, no hay Travis Scott sin Kanye West, no hay Roma sin Kanye West, hagan un poco de ruido para Ye”, fueron las palabras que dijo Scott al presentar a uno de los productores de este material discográfico. Juntos interpretaron “PRAISE GOD” y “CAN’T TELL ME NOTHING”.
Aspectos técnicos y colaboradores
La producción estuvo a cargo de una variedad de productores discográficos, incluidos el mismo Travis Scott, James Blake (que también fue una pieza fundamental para la producción de ASTROWORLD), WondaGurl, Allen Ritter, Guy-Manuel de Homem-Christo, Wheezy, Pharrell Williams, Buddy Ross, Vegyn, 30 Roc, Jahaan Sweet, Boi -1da, Vinylz, Tay Keith, BNYX, Oz, the Alchemist, Dom Maker, Illangelo, DVLP, Metro Boomin y Ye.
La mezcla y el mastering estuvo a cargo de Mike Dean, ingeniero de audio, compositor y multiinstrumentista, mejor conocido por grabar y mezclar canciones y sintetizadores para artistas como The Weeknd, Kid Cudi, Beyoncé, Desiigner, Drake, Madonna, Selena Gómez y Lana Del Rey.
Algo que llamó la atención es que los nombres de los artistas que participaron como invitados en el álbum se ocultaron inicialmente en los servicios de streaming, sin embargo, Scott los acreditó cuatro días después de su lanzamiento. El álbum cuenta con apariciones especiales de Teezo Touchdown, Drake, Playboi Carti, Beyoncé, Rob49, 21 Savage, The Weeknd, Swae Lee, Yung Lean, Dave Chappelle (que ha conseguido por primera vez en su vida un número 1 del Hot 100), Young Thug, Westside Gunn, Kid Cudi, Bad Bunny, SZA, Future y James Blake.
UTOPIA. Reseña
En Circus Maximus, el poético documental de 75 minutos de duración que acompaña al nuevo álbum de Travis Scott, seguimos al héroe Travis en una aventura al puro estilo de los estados de Joseph Campbell. El rapero se pelea con una criatura con tentáculos y se golpea la cabeza en un campo abierto. Luego sube una montaña para buscar una audiencia con Rick Rubin (su Yoda, Gandalf, Morfeo) para confesar un miedo profundamente arraigado que ha estado carcomiendo su alma: ¿Todavía tengo la capacidad de enfurecerme?, se pregunta.
El ambiente retorcido del parque de atracciones en LSD que se sentía en ASTROWORLD, aquí da paso a una atmósfera oscura y furiosa. Lo primero que destaca es la extravagancia de la producción, la cantidad de capas, arreglos, sonidos que se traslapan, el gran número de invitados, armonías, samples y efectos. En términos sonoros es maravilloso. No obstante, hay algo distinto en cuanto al aspecto lírico. Andree Gee de Rolling Stone llamó al disco un paraíso vacío.
A mí me pareció una habitación aislada, desde la cual Scott vulnerable y perdido no encuentra su propia voz. Las letras hablan de su relación con Dios, la ostentación, los vicios y el usual flexeo en torno a las mujeres, el dinero, los automóviles y el poder.
El álbum abre con “HYAENA” y esta con un sample de la canción “Proclamation” de la banda británica de rock progresivo Gentle Giant. Esta línea en la canción original está escrita desde la perspectiva de un rey recién coronado. Un monarca que ahora tiene la última palabra sobre lo que sucede y que su poder debe ser respetado. La canción, que remite bastante al hip hop de los años 90 cierra con otro sample, en esta ocasión de la clásica “Maggot Brain” de Funkadelic.
“THANK GOD”, es la primera colaboración del disco con Kanye West y con una de sus más recientes protegidas, KayCyy (quien participa con vocales no acreditados, al igual que de la hija de Travis Scott, Stormi Webster). Al igual que varias otras canciones del álbum, “THANK GOD” comenzó como una canción de Kanye West que se le dio a Travis. Su título original se puede ver en una lista de canciones de 2020 para DONDA.
El disco parece realmente iniciar en “MODERN JAM”, una producción de electro-rap que recicla la misma pista instrumental de “I Am a God” de Kanye West, pero re interpretada por Guy-Man de Homem Christo (ex integrante de Daft Punk) con un tercer verso demoledor de Teezo Touchdown, fuertemente influenciado por el ícono de los 80, Rick James.
“MY EYES” (personalmente mi favorita) incluye voces adicionales no acreditadas de Sampha y Justin Vernon, mejor conocido como Bon Iver que suena melancólico y sombrío. Travis toca particularmente la falta de amor en su vida a pesar de estar llena de valores materialistas que tienden a hacer felices a las personas. En la primera parte de la canción Scott en Auto-Tune mantiene la misma vibra gloomy pero en la segunda parte, Travis cambia el ritmo cálido y sombrío a una cadencia trap más rápida en la hace referencia a su propia infancia y al incidente en el festival Astroworld.
“GOD’S COUNTRY” es otra pista que quedó fuera de DONDA, es una fusión de trap con atmósferas psicodélicas, y voces rebajadas que parecen sacadas de una película de terror. Se trata de un beat con una cadencia lenta y constante a medida que aparece el sampleo de las voces cansadas y alucinantes de la canción de cuna siniestra “Lullaby, Part 1” de Krzysztof Komeda, famosa por ser banda sonora del Bebé de Rosemary.
En “SIRENS” Scott hace un guiño hacia las sirenas, míticas criaturas griegas que con voces seductoras engañaban a los humanos. El guitarrista John Mayer contribuyó a esta pista una pausa instrumental con su cálida manera de tocar la guitarra que suenan durante el crescendo del sintetizador.
Al final se puede escuchar la voz de Drake, que es el colaborador de la siguiente canción “MELTDOWN”, una una pista de tres partes que juega con el tempo. Este va aumentando hasta que alcanza un clímax prematuro. En la primera parte, Travis Scott recluta a Drake mientras ambos rapean sobre su superioridad en la industria de la música. En la primera parte de la canción, Drake toma el control mientras rapea sobre sus conflictos con otros raperos/productores como Pharrell Williams y Pusha T.
“FE!N” bien podría ser el lado B de “Sicko Mode”, una prolongación iracundo de un beat que le permite a Playboi Carti repetir 182 veces el vocablo que le da nombre a este tema. “DELRESTO (ECHOES)” cuenta con una de las colaboraciones más celebradas del disco. La presencia de Beyoncé, que demuestra una vez más que puede rapear a la par o incluso mejor que cualquiera de los raperos masculinos que dominan la industria.
La pista tiene un tono house fusionado con R&B, además de la voz de Bon Iver. “I KNOW?” marca que la mitad del disco se ha traspasado. Todo suena increíble y no obstante, uno tiene la sensación de que nada ha sido verdaderamente memorable hasta el momento.
La saturación de elementos, voces e instrumentos ha comenzado a desgastar el efecto, de hecho por momentos da la impresión de ser un disco generado por una AI a la que le ordenaron que emulara a Travis Scott. En cierto sentido se siente como si estuviera obnubilado y ausente. “TOPIA TWINS” cuenta con la participación de los raperos 21 Savage & Rob49. Tanto “I KNOW?” como “TOPIA TWINS” abordan la idea de una falsa utopía en la fama, las drogas, que esconden el miedo y los problemas de adicción.
“CIRCUS MAXIMUS” que también da el nombre al documental que se lanzó paralelo al álbum cuenta con apariciones de The Weeknd y Swae Lee. El beat casi una calca de “Black Skinhead” de Kanye West.
En “PARASAIL”, Travis Scott invita a Yung Lean, de quien no se ha dicho lo suficiente que debe ser uno de los raperos que más han influido en el sonido de Scott a flexear sobre un sample de “Drug Song” de Dave Bixby. De telón de fondo esta canción incluye también la flotante pero sinceramente hermosa voz de Don Toliver. La pista también se entrelaza con “Stand Tall”, un discurso de Burton Cumming, en la voz del cómico Dave Chappelle.
De “SKITZO”, Andree Gee escribió en su crítica que el loop de la última parte “suena como si proviniera de un inframundo en el que Biggie y Tupac resolvieron sus discordias a través de una canción”. La canción hace mención a la campaña presidencial de Kanye West en los Estados Unidos de 2024 y hace alusiones a desórdenes mentales tales como la esquizofrenia. Sobra decir que para este punto está más que claro que UTOPIA es un homenaje a Ye, mentor de Travis Scott. Para esta canción se contó con la participación de Young Thug.
James Blake no decepciona en “LOST FOREVER”, y es que a través de un brillante sample del éxito de Chuck Senrick, “Don’t Be So Nice” y un espectáculo de percusiones cavernosas y gruñidos, brinda una finísimo beat para que Westside Gunn y Scott rapeen sobre su estilo de vida de gángster, relacionándolo con asesinatos y drogas.
Hemos llegado hasta la pista 16. “LOOOVE” con la participación de Kid Cudi, otrora el golden boy de Ye, hasta que tuvieron un encontronazo por Twitter. Esta es quizá una de las pocas canciones positivas del disco. En pistas anteriores Scott se queja de los probemas que conlleva la fama, sin embargo, en esta agradece el amor que recibe por parte de su fanbase. Y vaya que tiene una legión de seguidores sólida. Según el portal Celebrity Net Worth, el también productor cuenta con una fortuna de 80 millones de dólares, esto hasta antes del lanzamiento de UTOPIA.
La antepenúltima canción del disco, “K-POP”, es sin duda una de las más comentadas por la participación de Bad Bunny, que ha sido recibido con brazos abiertos en la comunidad de hip hop, además de todavía ser uno de los nombres que garantiza un sin fin de reproducciones. No es por nada que es el sencillo principal del disco y cuenta con un puente de The Weeknd, que honestamente es lo mejor logrado de este éxito manufacturado y demasiado preciso, pero sin personalidad.
El disco cierra con “TELEKINESIS” y “TILL FURTHER NOTICE”, la primera con la participación de Future y SZA; y la segunda con James Blake y 21 Savage. “TELEKINESIS” fue una canción de Kanye West escrita originalmente por Victory Boyd como una canción de gospel, tentativamente titulada “Future Sounds”, grabada durante las sesiones DONDA. Después de pasar por muchos artistas, eventualmente terminó siendo una canción de Travis. “TILL FURTHER NOTICE” tiene una historia similar.
Inicialmente se hizo durante una sesión para HEROES & VILLAINS de Metro Boomin. Esto quizá nos da una pista de la falta de cohesión y cercanía con el material como un todo. Y es que muchas de las canciones estaban pensadas para otro material y terminaron entrando en este licuado delicioso pero sin mucha sustancia.
Post Crítica
Casi toda la lírica del disco es oscura. Se siente un hartazgo generalizado. Un verso de Future lo condensa a la perfección: “Takin’ more drugs, all alone in a mansion”. La fama, las adicciones, las mujeres, todo lo que siempre Scott anheló se ha convertido en un problema. No hay duda de que hay un lado personal e íntimo en UTOPIA, pero hay un contraste interesante en la manera en cómo se produjo y el hecho de que muchas canciones en realidad formaban parte de un álbum de Ye en su momento más errático. El sonido no termina de cuajar. La producción es impecable, quizá demasiado.
En Columna Musical tenemos grandes recomendaciones si de hip-hop se trata. Para empezar te recomendamos algunos discos bastante buenos como Loggerhead de Wu-Lu y Mr. Morale & The Big Steppers de Kendric Lamar.
