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Reseña: Placebo – Never Let Me Go

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Llegó el nuevo disco de Placebo. Tuvieron que pasar nueve años, pero están de regreso con toda la intención de volver relevantes en la escena del Rock Alternativo contemporánea. Never Let Me Go es el nombre de un álbum que trae consigo el sonido electrogótico característico del grupo inglés. ¿Tiene lo necesario para convertirse en el LP que le empuje su carrera en la nueva década? Lo veremos en esta reseña.

Regreso del retiro

Formados a mediados de los 90, Placebo (ahora integrado por Brian Molko y Stefan Olsdal) fue parte de la escena alternativa británica que marcó tendencia durante la primera década del 2000. Herederos de la fusión entre Pop y Electrónica que David Bowie e Iggy Pop practicaron en Münich, su sonido está marcado por el timbre de su vocalista en combinación guitarras y sintetizadores.

Gran parte de su discografía se posicionó entre lo más escuchado en las listas de popularidad británicas aunque pocas veces las buenas ventas coincidieron con la crítica especializada. Fuera del celebrado Without You I’m Nothing (1998), prácticamente todos los álbumes que le siguieron tuvieron críticas mixtas.

Alternativo, Industrial, oscuro. Placebo se hizo de un estilo que sigue vigente hasta la fecha. Luego de lanzar cuatro álbumes en diez años en donde ninguno está libre de canciones medianas, la banda tomó una pausa en 2013 después el lanzamiento de Loud Like Love. En este periodo cambiaron dos veces de baterista, se mantuvieron de gira y aprovecharon la nostalgia revisitando los discos que cumplieron 20 años.

Never Let Me Go, el comienzo

Sin contar con la llegada de la pandemia de COVID-19, Placebo comenzó a trabajar en su octavo disco a mediados de 2019. Se utilizó el estudio casero del grupo y de hecho ya tenía todo un plan que involucraba lanzamiento y gira. Al final esto no fructificó, pero el retraso de todo también les ayudó creativamente.

El dueto buscó hacer todo de manera distinta a nivel creativo. El cambio más radical en este sentido fue que hicieron el álbum de manera inversa, es decir, primero se trabajó en un título, una portada e incluso una lista de temas que no tenían letra.

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Placebo

“En ese momento nos dimos cuenta de que podíamos hacer cualquier cosa y que teníamos total libertad”, explica Brian Molko en entrevista con NME. “Dijimos: ‘No hay reglas, así que abracemos esta posibilidad ilimitada, consideremos todo, no rechacemos nada por principio’”.

La llegada de Never Let Me Go estaba pensada para 2021 pero se tuvo que postergar un año. El 13 de septiembre de 2021 se dio el anuncio oficial de su fecha de lanzamiento junto con su primer sencillo “Beautiful James”.

Las canciones de Never Let Me Go

El nuevo álbum de Placebo, Never Let Me Go, se lanzó el 25 de marzo de 2022 bajo el sello independiente So Recordings. Su portada muestra un lago de donde salen algunas estructuras rocosas, frente a nosotros hay piedras, algunas normales, otras de colores traslucidos. La portada cuenta con un efecto de glitch por la izquierda.

El octavo disco del grupo británico, como casi toda su producción después de los 90, se siente desigual. Hay canciones que brillan porque nos muestran sus mejores capacidades interpretativas de Placebo con el sonido que los hizo famosos: riffs estridentes, letras angustiantes, presencia electrónica. Pero también hay otras que simplemente se sienten desangeladas. Empecemos por el comienzo.

 “Forever Chemicals”, la canción que abre Never Let Me Go, es una mezcla entre Rock Alternativo e Industrial que inicia, de acuerdo con el propio Molko, con el sonido distorsionado de una drum machine imitando un harpa. Pronto se escucha el timbre característico de su vocalista hablando sobre uno de los temas favoritos de Placebo: sustancias químicas. No se escuchará nada más pesado después por lo que se aprecia que el grupo conserve el espíritu para emocionar estadios.

La tendencia de 2022 es clara: volver al Synth-pop de los 80. “Beautiful James”, el sencillo del que te conté hace un momento, es un tema más a bordo de ese tranvía llamado moda. Incorpora luminosos sintetizadores y un rasgueo de pocos acordes. Siendo una de las más escuchadas, seguramente hará bailar a sus fans en los conciertos en vivo. Sigue “Hugz” que trae de regreso el sonido clásico del grupo junto a las letras angustiantes que les han dado fama.

Mejor es “Happy Birthday in the Sky” en donde la influencia de Ziggy Stardust y su guitarra acústica es clara. Con más de cinco minutos de duración, la cuarta pieza del álbum es una de las que mejor se construyen. La lírica es repetitiva pero la instrumentación que rodea cada estrofa sumada a la intención de Molko en cada verso, la convierten en un tema que merece ser escuchado:

The Prodigal” y “Surrounded By Spies” toman distintas rutas sonoras. Mientras la primera incorpora un elemento diferente a lo que Placebo acostumbra con los arreglos de cuerda, la segunda se hunde en el sonido más electrónico posible, dándole al vocalista un efecto robótico y alienante mientras él canta sobre la conectividad y la cultura de la vigilancia desde un ángulo paranoico.

El punto más alto llega con “Try Better Next Time”, que tiene todo el potencial para unirse al grupo de “clásicos de Placebo”. Conserva la acidez de sus letras con un ritmo animado, riffs alternativos y coros pegajosos (y además suena en vivo).

Si dividimos a Never Let Me Go en lado A y B, las canciones mejor trabajadas se quedan durante la primera parte. Después es notorio que los temas se sienten más débiles, lejos del riesgo y en general sonando “como siempre”, el problema es que dicho “como siempre” se ha quedado varios años detrás.

Sad White Reggae” tiene un comienzo interesante con un sintetizador que bien podría aparecer en una canción Chiptune, poco después la canción se olvida de él y nos trae de regreso al sonido que los fans de la banda seguro reconocerán. “Chemtrails”, con su vena Shynth-pop, peca de lo mismo, es decir, de no aportar nada diferencial al disco. Su letra, una crítica al Brexit, carece del empuje sonoro que nos haga sentir que lo que está diciendo realmente está ligado a una emoción genuina.

La mejor canción de la segunda mitad de Never Let Me Go es “Twin Demons” que recupera la energía de las piezas iniciales. Más allá de que tenga más volumen es mejor a la hora de transmitir sensaciones a través de lo que están interpretando. De nuevo la combinación entre Alternativo y Electrónico es lo que le sale mejor a Placebo.

El cierre es igualmente flojo. “This Is What You Wanted” es emotiva y dramática al más puro estilo de la banda, pero suena tan Coldplay de los 2000 que nos hace dudar si es un tributo o sólo poca imaginación. “Went Missing” cuenta con la última muestra de emoción desde la sencillez instrumental de teclado, guitarra y batería con algunas texturas adicionales. “Fix Yourself” concluye con Molko diciéndonos que antes de querer arreglar al mundo debemos arreglarnos a nosotros mismos, incorporando un ritmo brasileño que rompe con la monotonía.

El regreso de Placebo

Never Let Me Go de Placebo es un ejemplo de esos discos en cuyos sencillos se encuentra lo mejor que alguien escuchará en el LP completo. Estos pocos temas son suficientes para satisfacer a quienes esperaron tantos años para escuchar una producción completa de Brian Molko y Stefan Olsdal.

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Quizá alguien con nostalgia de escuchar algo cercano al Rock Alternativo de principios de siglo pueda disfrutarlo, pero el nuevo álbum de los británicos no contempla a nadie más que sus seguidores de toda la vida. Como siempre, la invitación es que lo escuches por tu cuenta para construir tu propia opinión.

Si quieres seguir escuchando Rock Alternativo en lista de 10 canciones podrás conocer lo más emblemático de Mark Lanegan. Otra recomendación musical es “Renegades” si quieres conocer algo del mismo género pero en distinta latitud, Japón.