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Reseña: Muse – Will of the People

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© Helium 3, Warner

Will of the People es el noveno álbum de estudio de Muse. Lo que inició como la invitación para hacer una compilación de grandes éxitos terminó convirtiéndose en un disco en donde las letras distópicas que los habían caracterizado ahora aparecen en redes sociales y noticieros. Ya pudimos escucharlo y ésta es nuestra crítica.

Después de Simulation Theory

Podemos estar de acuerdo en que el Rock Alternativo de Matt Bellamy, Chris Wolstenholme y Dominic Howard tuvo su momento de gloria en la década del 2000. Después del 2010, pero sobre todo, después de Resistance (2009), el grupo se volvió más experimental musicalmente y más directo en cuanto su postura política. The 2nd Law (2012) es ejemplo de lo primero; Drones (2015) de lo segundo.

Y luego vino Simulation Theory (2018) en donde el Rock Alternativo quedó sepultado por los sintetizadores, pero la narrativa distópica continuó. Hasta ahora es uno de los discos peor recibidos por la crítica.

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Aunque el grupo ya tenía ideas para su noveno álbum en 2019, fue gracias a la invitación de la disquera de hacer un disco compilatorio la principal semilla detrás de Will of the People. En esa época Muse lanzó las versiones de aniversario de sus primeros LPs lo cual hizo que revisitaran viejos proyectos y se dieran cuenta de que varias ideas habían quedado olvidadas.

Con esto en mente. El nuevo proyecto se convirtió en una forma de revivir ideas y de experimentar con géneros que en otra época solo se habían quedado como posibilidades. Las grabaciones comenzaron en primavera de 2021 en el estudio casero de Matt ubicado en California.

Debido a que Chris estaba viviendo en Inglaterra, la primera etapa del disco se hizo a distancia, pero en junio el trío se pudo reunir completando las sesiones en los míticos estudios de Abbey Road.

Will of the People, producido por la propia banda, se estrenó el 26 de agosto de 2022 bajo los sellos de Helium 3 y Warner. Su portada, diseñada por Tiago Marinho, muestra los rostros de los miembros de Muse hechos estatua y derribados. El escenario, un desierto anaranjado, también revela algunas personas quienes se encuentran en proceso de vandalizar a estas figuras.  Y ahora, vamos a la crítica del álbum.

Distopia normalizada. Reseña de Will of the People

Dentro de la discografía de Muse Will of the People se coloca en un punto medio entre el pico creativo de la década del 2000 y los experimentos sonoros de los 2010. No es un desastre como fue Simulation Theory por lo que se percibe como una mejoría y atiende a ese público que coreó canciones de ganchos poderosos como “Hysteria”, “Supermassive Black Hole” y “Uprising”.

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Muse. Foto: Nick Fincher

De corte alternativo, no se acerca de lleno a las exploraciones progresivas, optando, por ejemplo, por el sonido artificial ochentero e incluso al Metal. La temática es classic Muse que, como vimos hace un momento, describiendo en sus letras los desastres provocados por la humanidad del nuevo siglo con una visión antes distópica y ahora, válgame, cada vez más cotidiana.

No me queda duda de que los fans más apasionados lo verán como un estupendo lanzamiento, pero ¿tiene lo necesario para ser uno de los discos emblemáticos del 2022?

Si todas las canciones de Will of the People tuvieran la potencia como su pieza de apertura entonces la respuesta a la pregunta del párrafo anterior sería un fácil , pero no tengo ánimos de dar spoilers y mejor vayamos poco a poco. En un lapso de 20 segundos la canción inicial va llenándose de capas sonoras (un coro monumental, unos primeros rasgueos, el primer verso) que culminan con el riff que conducirá el resto del track.

Son apenas cinco power chords pero es lo suficientemente pegajoso para cumplir con el objetivo del grupo: crear una melodía sencilla que motive a un estadio a dar pisotones emocionados. Su vigor Glam Rock y su ritmo con influencia del Marilyn Manson de los 90 funciona bien al lado de una letra combativa-juvenil que se planta contra de las figuras de poder.

El gusto me duró poco porque “Compliance” es una de las pistas más flojas del álbum. Su sonido ochentero y Synth-pop me recuerda mucho a Simulation Theory. Su letra, por otro lado, muestra el engañoso mensaje de las grandes figuras de poder que, durante un momento de crisis, le brindan una mano a quien está desprotegido. ¿Lo mejor? El emotivo falsete de Bellamy durante la segunda mitad.

El lado A cuenta con tres pistas más. En medio está “Wont Stand Down”, cuyo sonido Metalcore lo hacen el tema más pesado del disco. Su instrumentación tiene algunos elementos interesantes: su inicio caribeño; el punteo entre cada una de sus estrofas que proviene de un guitarviol (una versión moderna del arpeggione, derivado a su vez de la viola de gamba). Por otro lado, está la línea de bajo con alta distorsión y, claro, sorprende escuchar a Bellamy alcanzar la guturalidad a la que no estamos acostumbrados. Las otras dos canciones son todo lo contrario.

Su elemento común es el protagonismo el piano. Primero está “Liberation”. Esta teatral balada rockera aprovecha sus coros al más puro estilo de Queen, en donde la voz principal se presenta aguda cuando de pronto estallan a su alrededor una segunda serie de voces que, colosales, dramatizan todo. Ya sabes, a la “Bohemian Rhapsody”. En “Ghosts (How Can I Move On)” escuchamos un arpeggio lastimoso, al tiempo en que Matt se pregunta cómo podrá continuar con su vida cuando ha perdido a alguien sumamente cercano. “The great reset” (“El gran reinicio”) es una metáfora de la pandemia de 2020 y una muestra de que no todo se puede resolver cerrando los puños y gritando.

Normalmente las bandas suelen agregar sus mejores canciones en el Lado A de sus álbumes esperando mantener a los escuchas enganchados. En Will of The People, Muse hace lo contrario, dejando el mejor material en la segunda parte. Así empezamos con “You Make Me Feel Like It’s Halloween”, la cual busca visibilizar el repunte de violencia intrafamiliar a causa del encierro pandémico dándole un giro fantástico con una instrumentación ochentera cuyo principal elemento es el órgano – tenía que ser un órgano si es canción de miedo, duh – acompañado de sintetizadores.

La segunda canción con tintes metálicos es “Kill or Be Killed”. La mejor forma de describirla es que podría formar parte de cualquiera de los álbumes lanzados de 2004 a 2009, con el giro pesado que actualmente están explorando. Las guitarras de pronto tienen ese efecto espacial clásico y cuando nos acercamos al coro se aprecia ese crescendo icónico en la voz de Matt. Con un coro que desborda emotividad, la veo como una de las piezas favoritas del LP.

Haciendo una clara alusión a Romeo y Julieta, “Verona” es la última balada de Will of the People. Con un ritmo más tranquilo y construido alrededor de una instrumentación ochentera, la magia de su paisaje sonoro radica en las capas de sintetizadores y el falsete sentimental de Bellamy.

Mi canción preferida del disco es “Euphoria”, en gran medida porque suena como la heredera espiritual de la épica “Knights of Cydonia”. El sonido es totalmente clásico, con la guitarra principal alcanzado agudos histéricos y el bajo melódico y electrizante. Hay una brillante raíz Disco que se aprecia gracias a los sintetizadores y la batería; en suma, es rockera y definitivamente bailable. Ah, sí, es difícil no emocionarse con el solo de cierre. 

Lo único que no me encantó de “We Are Fucking Fucked” es su letra. ¿Tiene sentido repetir que estamos jodidos y encima agregar un velado “se los dije”? La descripción de los desastres contemporáneos se vuelve repetitiva y, si de plano querían hacer un listado apocalíptico, bastaría ver las noticias para no tener que insistir con las cuatro o cinco situaciones que mencionan una y otra vez.

Dejando eso de lado, la instrumentación y progresión son de lo mejor. La canción se va construyendo con fuerza: una vez más tenemos un riff de guitarra lleno de fuzz, un bajo distorsionado y una batería que es aporreada porque el final se acerca. Hay un segundo guiño a Queen con el coro teatral y de ahí el track ya solo avanza hacia la estratósfera.

Después de la crítica viene la calma

Como un millenial que durante su etapa de preparatoria y universidad vivió escuchando a Muse en fiestas, conciertos y reuniones de Rock Band no puedo negar que aquellos discos que el grupo publicó durante mi década juvenil son a los que más aprecio. De ahí que encontrar los ecos que Will of the People hace a producciones pasadas me pega desde el lado nostálgico.

Will of the People de Muse no es su mejor disco. Tiene canciones flojas y de pronto la letra combativa, rebelde y radical cansa. Sin embargo, sus mejores momentos reflejan la magia del trío británico a la hora de hacer canciones que hagan vibrar multitudes. De ahí que sí lo pongo dentro del Top 5 en su discografía, aunque no como uno de los 10 mejores álbumes de 2022.

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En Columna Musical tenemos una buena variedad de reseñas, algunas de las cuales hablan sobre bandas que en la primera década del nuevo siglo tuvieron su momento de gloria. Un buen ejemplo es nuestra crítica sobre The Other Side of Make-Believe de Interpol y Never Let Me Go de Placebo. ¡No dejes de checarlas!