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Reseña: Lankum – False Lankum

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¿Doom folk? Sí. Así han descrito el género del grupo que hoy te mostramos. Su nombre es Lankum y su nuevo disco False Lankum. Esta es su reseña.

Este último sábado estaba bebiendo con un amigo y escuchando música cuando me llamó la atención algo de metal que había puesto, como de black metal, pero con grandes secciones lentas y farragosas arrastrándose de doom. Me gustó la canción por cierto, de una banda sueca (Al parecer en los países nórdicos es deporte nacional crear tu banda de metal).

¿A qué viene este cuento? bueno, cuando leí por ahí que a la primer canción del álbum que nos ocupa alguien lo describió como Doom Folk pues me pareció bastante curioso, incluso se lo comenté a ese amigo ese día, la primera vez que leí eso me dió un poco de incredulidad combinar ambas palabras que significan géneros tan disímbolos, después ya no me pareció descabellado.

Lankum entre el folk radical y el purismo

Dentro de la palabra Folk entran un montón de sonidos que, aunque tienen algunas cosas en común, no es lo mismo el folk de Wyoming en los Estados Unidos, que el de Edimburgo en Escocia, o el de Dublín en Irlanda. De allí viene Lankum, banda formada en el 2000 (En ese entonces se hacían llamar Lynched, pero cambiaron su nombre en 2014 a Lankum) e integrada por los hermanos Ian y Daragh Lynch, así como Corman McDiarmada y Radie Peat.

Si nos vamos a poner realmente estrictos, el género folk, así con ese nombre, existe de la fusión de música americana con música inglesa y sería en el siglo XX donde crecería como género, si nos vamos a poner más laxos, en todo el mundo se hace música folk, porque la palabra viene de folklore, “del pueblo”.

Cada quien puede tener la posición que quiera sobre este asunto (Como los instrumentos usados por ejemplo que en algunos casos ya no son folk puro sino folk-rock ), pero aquí sí vamos a hablar de una banda de Folk purista y a la vez radical como Lankum que paradójicamente dentro de lo que podríamos considerar las limitantes de este género musical, han logrado llevar al extremo su sonido e irse hacia lugares bastante complejos.

False Lankum
Lankum. Fotografía: Sorcha Frances Ryder

La banda, ya con el nombre de Lankum, ha editado tres álbumes previos y en 2019 ganó el premio de mejor banda por su trabajo de nombre The Livelong Day en los RTE Music Choice Awards (El equivalente a los prestigiosos Mercury Prize en Irlanda). Ahora, cuatro años después del reconocimiento crítico y público han decidido que ya es hora de regresar.

Un álbum denso, oscuro y exigente. Reseña

Antes de entrar de lleno con este disco, imagina lo siguiente; A la hora de escucharlo pareciese como si nos fuéramos hacia el pasado pero muy, muy al pasado, a un tiempo muy distante, y por lo primitivo que suenan los instrumentos del tema abridor pareciese que estamos en plena época puritana de la isla de Éire, con sus verdosas campiñas y vida rural, sin embargo la letra de su primer track, al hablar sobre un ferrocarrilero nos ubica entonces en pleno siglo XIX, revolución industrial, así que vamos allá.

Abrimos el album con un tema para dejar boquiabierto a cualquiera “Go Dig My Grave”, un tema suicida (literalmente), donde el título del track hace mención a la última voluntad de una joven mujer que se enamoró de un ferrocarrilero que jamás regresó y la pena que le causó a esta joven que decidió tomar la decisión fatal de morir por amor,el tema es funebre y descarnado, después nos irán contando la fatal historia con un piano breve y percusiones pesadas.

¿Recuerdas lo que dije sobre el “Doom Folk” que me pareció cuando menos curioso cuando leí sobre este tema? Aquí aplica a la perfección, todo es oscuridad, una instrumentación de viejos instrumentos celtas medievales,como el Bodhran (Que es un instrumento de percusión irlandés), la gaita, las guitarras y las cuerdas.

“Go Dig My Grave” concentra tanta tensión en su mezcla de instrumentos que logra crear una especie de estática hipnótica mientras nos narra como la joven mujer quiere que arreglen su tumba, “Go dig my grave,Both wide and deep, Place a marble stone at my head and my feet, And on my breast a snow white dove, To tell this world, That I died for love” (Ve y cava mi tumba, ancha y profunda, coloca una guijarro en mi cabeza y pies, y en mi pecho una paloma blanca como la nieve, para decirle a este mundo que morí por amor).

Pero ahí no acaba lo intenso de la letra de esta canción, ya que se nos hace saber cómo sucede la escena del fatal destino “Her Father came from work, Saying “Where’s My daughter?, She seemed so hurt”, He went upstairs for giving hope, And he found her hanging by a rope (Su padre llegó del trabajo,diciendo ¿Dónde está mi hija?, Me pareció tan herida, Él subió las escaleras para darle esperanza y la encontró colgando de una cuerda)

Aquí entiendo perfectamente esa descripción de “Doom Folk“. Todo es oscuro, fúnebre, asfixiante, lento y macabro. Un Tour de Force de ocho minutos y medio es el que nos da la bienvenida a este disco y debo de decir que junto con otro tema (de temática y sonidos muy diferentes) me parece el inicio más contundente del año, uno imposible de olvidar.

Radie Peat arrasa cantando este tema y no deja lugar a dudas de su impresionante talento, después de la inercia del tema pasado poco a poco vamos pasando hacia un lado más brillante en el segundo track “Clear Away In The Morning“, que es lo pastoral que venimos a buscar en temas folk de Irlanda, eso sí, todo sobre una atmósfera deprimente, la combinación de voces entre los hermanos Lynch te lleva a los bosques solitarios de esa parte del mundo, se trata sobre un marinero que ha perdido a su mujer y busca consuelo en el alcohol.

La canción está dominada por las guitarras y sonidos etéreos, mientras los coros de Peat recrean sonidos de sirenas. Así cierran el círculo de los dos primeros temas, tomando el papel tanto de una mujer que ha decidido morir como el de un hombre que ha perdido a el amor de su vida, quizás en las aguas. Pero la sensación de pérdida está ahí, tan clara y precisa.

“Fugue I” es una collage de ruidos y sonidos que evocan acantilados, tristeza y desazón para iniciar con cuerdas “Master Crowley’s” un tema que inicia con un cello y poco a poco se irán incorporando diferentes tipos de cuerdas hasta lograr una melodía celta que rige todo el tema, no se hasta lo que he investigado si tiene razón de ser en Aleister Crowley, el mago negro, poeta y alquimista de las islas británicas considerado por muchos uno de los primeros satanistas de la historia.

Crowley vivió en el siglo XIX así que de alguna forma me hace sentido que este tema esté dedicado a él, además del arreglo de cuerdas se escuchan gruñidos, arcos de violín desafinados que dan la sensación de jaulas que se abren y cierran y una percusión que se va volviendo más y más pesada, en todo caso se trata de un tema sólido y contundente.

“Newcastle” posee una atmósfera neblinosa y un órgano que se mantiene de fondo. Sin embargo, al entrar las guitarras y la suave voz de Radie Peat se vuelve una pieza que sónicamente es dulce al oído aunque suena como un regreso a casa, como una derrota.

“Fugue II” es un tema que al igual que su primera parte sirve de puente y es un collage de percusiones,vientos y sonidos de farola de mano que corre balanceándose por una rápida carrera en un bosque solitario.

En “Netta Perseus” lo que conoces como folk clásico es más evidente, todo se oye tan claro, melancólico y…después unas percusiones tremendamente inesperadas se precipitan como un muro frente a nosotros, las cuerdas crean paisajes extraños. Es como si algo nos viniera persiguiendo, el tono de las voces cambia a tonos más graves. Estamos solos en la oscuridad.

“The New York Trader” es el tema más accesible de todo el álbum con un sonido inconfundiblemente celta que nos acompaña todo el track, incluso el ritmo de la Irlanda rural invita a bailar en rueda, el tema habla sobre un cruel capitán que transporta no solo viajeros de las islas a América y, también de un hombre que abandona su lugar de origen porque ha asesinado a su mujer.

(Hay que recordar que hacía América partían no solo colonos si no fugitivos de haber hecho cosas terribles en su su lugar de origen), entonces la canción deja ese ritmo amable para que de nueva cuenta las percusiones se vuelvan más pesadas y tenemos un ritmo de viento más y más rápido al tiempo que se combina con las cuerdas creando una experiencia que avanza aceleradamente mientras los violines y otras cuerdas lo envuelven todo como si nuestro destino fuera hacia un irremediable hundimiento en medio del mar.

“Lord Abore And Mary Flynn” es otro track de folk purista donde guitarra y voz brillan por igual. Es quizás el tema más preciosista del álbum, pues todos los elementos irlandeses están ahí para ofrecernos un canto de un bardo sobre una pareja de nobles donde la madre, al no estar de acuerdo con su matrimonio envenena al hijo, y esclaviza a su nieto en una torre.

Hay que decir que este álbum en su mayoría es una reinterpretación de temas clásicos del folk irlandés, de los bardos y cantautores de los siglos pasados. Los nombres son los mismos, pero Lankum modifica las letras y experimenta con su rama sonora para ofrecer un punto de vista distinto sobre estas canciones que se han rotado en Irlanda de generación en generación.

Llegamos a “Fugue III” que es una cacofonía de sonidos chirriantes de arcos de violín, sonidos de cadenas o de vidrios rotos y metales. Ya sabemos que nos encontramos en un pasaje entre un tema importante y otro.

En “On a Monday Morning” nos enfrentamos a un tema tocado a la salida del sol. Lento y quejumbroso, doliente para el cantante ansioso de alcohol para rellenar su hígado, el sonido de las guitarras acústicas haciendo solos es poderoso mientras avanzamos de nuevo en una espiral de depresión con fuertes pisadas haciendo de muro de contención, todo es frío y nevado.

Así llegamos con el sonido de un instrumento parecido a una melódica al tema final. De doce minutos de duración “The Turn” es un tema casi eclesiástico en sus voces, los instrumentos que nos han servido durante todo el disco empiezan una cabalgata ayudados por una guitarra que aumenta su velocidad conforme avanzan las estrofas; regresando a las comparaciones parece que aquí priva lo salvaje por encima de todo, como un tema de guerra que va creciendo, creando una atmósfera parecida a la música industrial actual.

Y es que después de las dulces voces llega la violencia en su instrumentación que no hace más que crecer y crecer. Así como el purismo le puede a la banda también la ambición de crear grandes montañas sonoras donde llevan todo al extremo logrando un tema de difícil abordaje pero por el que estoy dispuesto a pagar simplemente para escuchar como culmina.

Es como una bomba de sonido explotando todo, es un hoyo negro tragándose todo lo que tiene alrededor, no hay escape, todo lo dinamita, lo lanza a ese abismo negro en medio de la nada. Y es magnífico escuchar como entra en esa espiral profunda donde ya no hay nada que perder. Impresionante se queda corto, es la música industrial del siglo XIX.

False Lankum, terriblemente actual. Post crítica

Después de más de una hora de álbum pareciese que terminamos agotados de la propuesta de Lankum y si, en parte así lo es, pero también hay una fascinación en lo que se escucha en este disco que simplemente puedes experimentar con muy pocos, una obra valiente,depresiva,visceral, extraordinaria y sobre todo visionaria y radical usando paradójicamente el purismo de su instrumentación folk. No más, no menos.

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Despues de este Tour De Force, puede que te sientas cansado, y si quieres desconectar los oídos por un rato, no te culpo.

Sin embargo, en Columna Musical hay mucho más que leer. Tenemos la reseña de un disco de folk mucho más tranquilo como Manzanita de Shana Cleveland o si quieres cambiar de género, date una vuelta por un disco que también es triste a su manera pero cambia toda esta intensidad guerrera por sintetizadores como es Memento Mori de Depeche Mode.

Aquí nos leemos.