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Reseña: Kanye West & Ty Dolla $ign – Vultures 1

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Kanye West. Había una vez…

Un joven ambicioso de Atlanta, arraigado en Chicago, que se adentró en el mundo del hip-hop como MC. Pronto se dio cuenta de que su talento como rapero era mediano, pero brillaba como productor, cazador de samples, creador de beats y descubridor de nuevos talentos. Con el tiempo, pasó de la consola al micrófono, decidido a demostrar que, si nadie te ayuda, debes hacerlo por ti mismo.

Así comenzó la carrera de este joven prodigio, cuyo debut captó la atención de muchos. Pero fue con su segundo álbum, “Late Registration”, donde se catapultó al estrellato. Sin embargo, su época dorada llegaría con “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” (MBDTF), el álbum más ambicioso en la historia del hip-hop, destacando por sus beats, samples, instrumentación, invitados y ambición sonora, incluyendo la participación de Elton John en el piano. MBDTF es el A Night at the Opera del hip-hop: bombástico, grandilocuente, excesivo y fenomenal.

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Kanye West. Foto: Generada por IA

El álbum siguiente, “Yeezus” (2013), rompió todas las fórmulas establecidas anteriormente. Aunque “The Money Store” de Death Grips ya existía, “Yeezus” podría considerarse el “Kid A” del hip-hop: un disco que reinventó su sonido para lograr otra obra maestra completamente industrial, descarnada y experimental. Esos fueron los mejores años de nuestro cuento de hadas, ese es el mejor legado de nuestro protagonista, el dinero, las mujeres, las colaboraciones con marcas de ropa y calzado y sobre todo el estatus de leyenda y genio de su campo. Se lo había ganado completamente, estaba en la cima del castillo, había derrotado al dragón, pero ahora el dragón era él.

A diferencia de los cuentos de hadas, que suelen concluir con un “y vivieron felices para siempre”, esta historia aún se está escribiendo, aunque ha tomado giros inesperados. Tras el lanzamiento de The Life of Pablo en 2016, una espiral de eventos bizarros y megalomanía envolvió a nuestro protagonista. En 2020, intentó ser presidente de los Estados Unidos, expresó admiración por Hitler, hizo saludos nazis, mostró un apoyo incondicional a Donald Trump, fundó su propia iglesia y lanzó un álbum con temática bíblica que dejó mucho que desear.

¿Quién era este Kanye? Siempre conocido como Ye, ¿se habrá consumido por su propio alter ego? Abandonado por su esposa, las marcas que lo patrocinaban y su propia comunidad, busca la redención con un nuevo álbum, el cual reseñaremos a continuación.

Vultures 1, ¿la primer parte de qué? Crítica

Vultures 1, inicialmente presentado al mundo simplemente como Vultures, se perfilaba como uno de los lanzamientos más anticipados por los seguidores de Ye. El anuncio de nueva música por parte del afamado productor y rapero no solo generó expectativas, sino que también se convirtió en un tema de especulación y anticipación constante en redes sociales como Instagram.

A través de pistas y teasers, Ye preparó el terreno para lo que prometía ser una serie de eventos exclusivos de escucha previa al lanzamiento, culminando en lo que muchos esperaban como el momento definitivo de este nuevo capítulo musical. La serie de “Listening Parties” arrancó en Italia a finales de septiembre, anticipando un lanzamiento inminente que, contra todo pronóstico, se sumió en el misterio y la incertidumbre ante la ausencia de explicaciones claras por parte del artista. Chicago, Nueva York y finalmente Miami fueron testigos de estos eventos previos al lanzamiento oficial el 10 de febrero de 2024.

Entre filtraciones y rumores, el público tuvo acceso a destellos de lo que Ye estaba preparando. Tracks como “Everybody”, una reinterpretación audaz de un clásico de The Backstreet Boys, generaron expectativas altísimas, aunque curiosamente, este track y otros no encontraron su lugar en la versión final de Vultures 1. Este hecho subraya la naturaleza enigmática y, posiblemente, multipartita de Vultures, dejando abierta la pregunta sobre cuántas piezas conformarán finalmente este proyecto.

El álbum, presentado como la primera parte, no se anuncia como un trabajo solista de Kanye West, sino como una colaboración con Ty Dolla $ign, quien ha sido su compañero a lo largo de todo este proyecto.

El título Vultures parece una referencia directa a la etapa de vida que Kanye West atraviesa después de haber sido marginado, perder gran parte de su fortuna y divorciarse de Kim Kardashian. West, en su estado actual de paranoia, percibe a los demás como buitres que lo rodean, esperando devorarlo por completo.

Antes de adentrarnos en la crítica del álbum, quería ofrecer una introducción extensa y detallada para entender quién era Kanye West antes de convertirse en la figura controvertida que la industria musical ha rechazado. Desde “JESUS IS KING” en 2019, parece haber perdido su dirección. Me gustaría afirmar que este nuevo trabajo marca un regreso al talento que West siempre ha mostrado como productor y descubridor de samples, pero lo que promete con el track inicial “Stars” gradualmente se desmorona como un castillo de naipes.

Aunque tiene momentos destacables que defienden el álbum, “Stars” empieza de forma formidable, recordando a The Life Of Pablo como una plegaria excepcionalmente bien ejecutada, pero termina siendo solo un espejismo.

West nos habla de que espera renacer después de haber sido abandonado, de romper contratos y de “tener judíos en su equipo”. Samplea en su coro “Good Luck” de Dijon, una poderosa balada soul. Podemos pasar por alto la mención a los judíos en este tema, es una justificación de haber llamado a Ye “Antisemita”, sin embargo, conforme transcurre el álbum ésta obsesión por el tema se volverá más y más grotesca.

“Keys To My Life”, muestra a un West que parece retroceder a los fundamentos del hip-hop, con elecciones de samples predecibles como Wu-Tang Clan y, aunque se aventura con referencias más oscuras como Brand Nubian en “Slow Down”, el resultado parece el de un novato más que el de un veterano reinventándose.

“Paid” sobresale entre las filtraciones previas al lanzamiento del disco, donde West mezcla afrobeat con dance en un intento audaz pero desubicado que, sin embargo, consigue elevar el ritmo del álbum. A pesar de que West nunca ha brillado por sus habilidades como MC, este track destaca por su producción, confirmando que, aunque su desempeño lírico pueda ser cuestionable, su talento en la producción sigue intacto. El tema es un banger.

El álbum avanza con “TALKING”, aparentemente el primer sencillo, donde el nepotismo brilla al dar protagonismo a su hija North West. Usa un sample de “You Don’t Want No Problems…” De Courtney Renas, un grupo de Cheerleaders. La joven sorprende con un flow natural y carismático, opacando a su padre en términos de presencia en el track. Sin embargo, la segunda mitad del tema cae en clichés y letras superficiales, desperdiciando el potencial inicial.

Vamos a dejar de contar los samples, si no esta reseña duraría quince minutos. En “Back to Me” continúa con el exceso de samples, en esta ocasión apoyándose en sonidos que recuerdan a Post Malone, pero la escasa habilidad lírica de West y la tendencia a enredarse en trivialidades desvirtúan los momentos de lucidez musical.

“Hoodrat” introduce una atmósfera cargada de tintes industriales, contrastando con letras que buscan la redención personal de West pero que terminan sumergidas en megalomanía y frivolidad, cuestionando si la verdadera redención musical o personal está, de hecho, al alcance. ¿Aleluyas cuándo?

“Do It” es un tema base con buen uso de los samples de cuerdas y de las tornamesas pero no deja de sentirse plano.

En “Paperwork”, lo más destacable es el sampling de los sintetizadores vibrantes de DJ Vitinho Beat e DJ Roca, lo que plantea la pregunta: ¿qué queda del artista cuando esto es lo mejor que ofrece?

“Burn” entra como una típica pieza de R&B que, en realidad, no está mal hasta que las rimas de West hacen su aparición. Y sí, siendo un álbum de hip-hop, sería esperable enfocarse en las letras y el rap, pero aquí nos encontramos con algo bastante genérico. Hay cambios y distorsiones de voz en “Fuk Sumn” que podrían causar rubor, especialmente cuando se aborda el sexo con una voz que Porter Robinson usaría solo como último recurso.

El tema más controvertido del álbum es el homónimo “Vultures”, donde Kanye se autovictimiza lanzando una de las peores rimas en busca de redención: “No soy antisemita, de hecho, ayer me acosté con una perra judía”. Si había alguna duda sobre la profundidad del hoyo en el que West se encuentra, este tema lo hace aún más profundo.

Aunque me gustaría concluir esta reseña aquí, aún quedan cuatro temas por analizar. La música y los samples a veces brillan, como en “Beg Forgiveness” con su atmósfera new age gregoriana, solo para caer en el cliché de recurrir a “I Feel Love” de Donna Summer en “Good (Don’t Die)”.

Por favor, es hora de dejar de usar ese tema. Existen cientos de canciones disco disponibles; aunque ninguna sea tan icónica como la de Donna y Moroder, es momento de explorar nuevas opciones.

“Problematic” usa una buena orquestación sacada de “Jubilation” de Pierre Henry.

De todas maneras sus llamadas de atención y sus súplicas de redención caen en costal roto al terminar con la megalomania absoluta de ‘King” y no es que no se conozca a West y su ego infinito, el narciso crece en el campo y crea una visión amarilla hasta donde llegue la vista.

Buitres y malas decisiones. Conclusiones.

Al ser este un álbum de Hip-Hop, debería analizar la letra de la forma en la que lo hice con el album de Kendrick Lamar del 2022 Mr Morale And The Big Steppers, pero aquí ¿Qué sentido tiene? , ¿Qué filosofía o denuncia atinada podría sacar que no sea banal y ególatra? No quise, no quiero y no vale la pena.

Eso si, va mi reconocimiento a Ty Dolla $ign por aportar varios de los más salvables momentos de este album con sus armonías y quiebres. En verdad, un gran artista.

Y por cierto, mi biografía de Kanye West como cuento de hadas está inspirada en un capítulo de South Park donde él le cuenta a Wendy “El Hobbit” de Tolkien como si fuera un cuento para dormir refiriéndose a su ex mujer , Kim Kardashian. Fucking Ridiculous.

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En Columna Musical estamos revisando ya los nuevos discos de este 2024 como Orquídeas de Kali Uchis o Wall Of Eyes de The Smile entre otros bastante buenos, pásate por nuestras reseñas.

Quédate, aquí nos leemos.