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Reseña: Future Islands – People Who Aren’t There Anymore

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“People lie, people love, people go” cantaba Sam Herring en “A Dream of you and Me”, liberando el dolor y la melancolía en una melodía que habla sobre dejar ir a las personas con las que hemos idealizado el tener una vida. Este  track cerraba Singles, su álbum más mediático y que los posicionó  como una de las bandas referentes del sonido dream pop y synthpop del siglo XXI.

En Singles, Sam Herring se adentraba en la ruptura de las relaciones humanas; de forma nostálgica y esperanzadora nos cautivó con letras que exploraban las relaciones sociales y la relación interna con uno mismo; la pérdida de lazos es un tema que, el frontman de Future Islands dejó ver muy en claro en “A dream of You and Me” pero, es un tema que explora a profundidad en su más reciente álbum. People Who Aren’t There Anymore es un disco que explora la melancolía de una forma interesante pues, a pesar de tener letras tristes y desoladas, la producción se siente esperanzadora y muestra que, Future Islands aún tiene algunos trucos bajo la manga.

Future Islands. Referentes del synthpop del siglo XXI

Podría pensarse que Future Islands ya ha llegado a su tope de creatividad. Seré honesto y yo también lo pensaba. Si bien en este nuevo álbum los de Baltimore apuestan por seguir puliendo ese sonido ya conocido, la realidad es que, a pesar de que se sienten en una especie de zona de confort (algo que sucedía con As Long As You Are), el resultado es mejor de lo esperado. Dan canciones que muestran a cada miembro de la banda en un estado de gracia impecable.

Singles mostró ser ese álbum que le dio la identidad que al día de hoy sustenta a Future Islands. Allí nos encontrábamos con líneas de bajo mejor trabajadas, más corpulentas y que creaban un sonido bailable que armonizaba perfectamente con esos riffs creados a base de sintetizadores. Además, la voz de Sam Herring encontró su estilo, dando notas cavernosas, melódicas y nostálgicas que, en ciertos momentos logra alcanzar grandes notas y dar un dramatismo impactante. 

future-islands- People Who Aren't There Anymore

Además de que, con Singles la banda consiguió que su vocalista Sam Herring se convirtiera en uno de los frontman más cautivadores en sus performance debido a los pasos de baile que da, la teatralidad con la que recita algunos temas y por la energía desorbitante que enciende a todo público que lo vea. De igual manera que, fue en este álbum dónde la banda hizo lo impensable. Era el año en donde Taylor Swift dominaba con 1989 y donde el sonido pop country era la tendencia de la industria. A pesar de eso, “Seasons” se posicionó como la mejor canción del año para varios medios, incluido Pitchfork.

Ese triunfo en las masas les dio de poder llevar su sonido al siguiente nivel y eso hicieron pues, en The Far Field la banda logró que cada componente sonoro estuviera en su mejor momento, entregando así el mejor álbum que la banda ha dado hasta la fecha. Todos los componentes sonoros se alinearon de forma virtuosa y entregaron canciones tan bellas como la abridora “Aladdin”, la descomunal “Ancient Water” y esa desgarradora “Through the Roses”.

As Long As You Are nos presentaba a unos Future Islands en piloto automático, a una banda que, seguía por la misma formula que los había catapultado al éxito y, si bien no se trata de un mal álbum, la falta de inventiva y el no arriesgarse hizo que uno pensara que Future Islands ya no tenía nada nuevo que ofrecer.

En As Long As You Are teníamos sencillos que se sentían con la intención de volverse clásicos instantáneos. Parecía que querían replicar el éxito de Singles pues, canciones como “For Sure” con ese riff de bajo estilo new wave o la radiante “Hit the Coast” sonaban a una variante muy lejana de “Seasons” o la misma “A Dream of You And Me”. Estribillos fáciles, estructuras predecibles y sintetizadores que no eran la gran cosa fue lo que tuvimos en aquel álbum. Salvo algunas canciones como “Moonlight” o “Thrill” mostraron que la banda si se lo proponía podía hacer que su música mirara a nuevos horizontes.

People Who Arent There Anymore. La esperanza tranquiliza, el dolor enseña y el dejar ir sana. Reseña

La desconfianza, el perdón, el dolor y los problemas internos son los demonios a los que Sam Herring ha recurrido con frecuencia en sus 6 álbumes publicados hasta antes de People Who Aren’t There Anymore.  La cansada y nostálgica voz de Sam nos abrazaba en una interpretación melancólica, nos transmitía su dolor y nos reconfortaba haciéndonos saber que él, al igual que nosotros estaba jodido pero, a través de su música nos quería dar señales de esperanza.

El adorno sonoro característico de la banda ha sido otro punto a favor en el éxito de cada una de sus canciones. Los sintetizadores por parte de Gerrit Welmers han sido una manera sónica para zambullir las letras dolorosas del grupo. El bajo por parte de William Cashion crea fuerza y da corpulencia a cada una de las canciones, dándonos un sonido que va a la dirección del soft-rock. A esta ecuación se agrega Michael Lowry quien marca el tiempo de este sonido que dramatiza las letras para que el dolor sea más palpable.

Para People Who Aren’t There Anymore nos encontramos con un álbum que vuelve a la misma línea pues, esta producción nos adentra al aceptar el duelo de dejar ir a las personas que hemos amado; nos adentra a una constante batalla en dónde la única cura para sanar el dolor es a través de reconocer que, es mejor despedirnos de aquello que amamos pero nos hace daño.

En este álbum Herring pide amor, recuerda a fantasmas de un pasado lejano, acepta que lo que ha amado se ha ido pero, esto no lo reflexiona de forma pesimista, al contrario, Herring voltea a ver al pasado como una fotografía bella, un recuerdo inmortal que le recuerda lo feliz que fue en ese momento.

Compuesto por 12 tracks y con una duración de 44 minutos People Who Aren’t There Anymore nos adentra en un espacio ya conocido, la banda es consciente que, lo que no está roto no se debería arreglar y eso hacen. Lo cierto es que, el grupo deja fluir su creatividad y ha construido piezas únicas, salvajes, dulces e irresistibles para la pista del baile. En este álbum nos encontramos con capas electrónicas y con sintetizadores dulces y seductores que muestran ser de los mejores que Future nos ha dado en los últimos años.

Si bien esperaba que el proyecto fuera más de lo mismo, las canciones se sienten genuinas, cargadas con sonidos ensoñadores. Eso resulta en un álbum que funciona como un abrazo al alma pues, esta producción podría clasificarse como la más optimista que la agrupación nos ha dado hasta la fecha.

“King of Sweden” nos deleita como el primer track de esta producción, es un corte que nos da esperanza, que deposita este sentimiento en tener a alguien. Con sintetizadores que golpean como ráfagas sónicas es que, el track sube de intensidad y nos da un estribillo adictivo para cantar y bailar al mismo tiempo. El sintetizador hipnotiza, con frecuencias sonoros que marean es que, estas texturas sónicas entregan un sonido psicodélico que cautiva durante toda la pista. Samuel Herring deja lucir su rango vocal el cual alcanza notas altas y deja ver cómo ha mejorado con el paso de los años.

“The Tower” consigue lo que “For Sure” no logró y es que, es memorable, posicionándose como uno de los mejores sencillos que la banda ha lanzado. La canción es optimista, Herring muestra que esta bien, que el dolor se ha ido, pero acepta que a pesar de tener momentos felices, el dolor a veces puede regresar. La línea de bajo es sólida, teje una base sónica fuerte y deja que el sintetizador enriquezca a la canción a través de texturas melancólicas pero bailables que, refuerzan el estribillo lírico el cual es bailable.

La melancolía se hace presente en “Deep in the Night” un corte perfecto para bailar en una noche íntima; el sintetizador atmosférico acompaña a un Herring desolado, y pinta un bello paisaje ensoñador para este track oscuro y dramático.

Por otra parte “Say Goodbye” tiene más potencia y posee un sintetizador más contundente; este es el álbum en donde los sintetizadores tienen más protagónico y este track es evidencia de ello. La esencia de rock de arena hace que “Say Goodbye” sea de las canciones más letales y bailables de todo el compendio.

“Give me the ghost back” y “Corner of my eye” son dos de los momentos en dónde Future trata de intentar cosas nuevas. La primera nos presenta una voz desgastada y dramática de Herring en un track dónde se lamenta por aquellas personas que ya no están. En “Corner of my eye” nos adentramos a una balada que va en crescendo hacia un desgarrador final que se construye gracias a un sintetizador dulce y encantador permitiendo que la voz de Sam pueda entregar vibraciones cargadas de intensidad y dramatismo.

“The Thief” se posiciona como una canción bailable, llena de ritmo gracias a un bajo bien trabajado que ayuda a los sintetizadores y los empareja de buena manera con la cavernosa voz de Herring. El track es una pista de baile en su totalidad; con un estribillo contagioso y con una letra que, agradece por las cosas buenas que alguien dejó en la vida de Herring y se lamenta por los errores que este pudo cometer para provocar una ruptura.

Los ritmos candentes y tropicales de “Iris” lucen de una manera encantadora; la pieza con ritmos de funk de los 70 se posiciona como una de las melodías más divertidas y bailables del compendio, mostrando un sonido que la banda no había explorado en su carrera.

“The Fight” es majestuosa, me atrevería a decir que es la canción en donde los sintetizadores lucen en todo su esplendor. Son capas sintetizadas que van evolucionando, son sonidos dulces, cautivadores que se entretejen con un bajo palpitante y una batería delicada en un track que reflexiona sobre las dificultades del duelo de dejar ir a alguien.

“Peach” es directa y contiene una fuerza descomunal en su sintetizador que la vuelve un track pop en toda la extensión de la palabra. Este track tiene ADN de hit instantáneo, con un sintetizador pegajoso y cautivador que se amolda bien a la voz infecciosa de Herring quien muestra su gran habilidad como interprete.

“The Sickness” es lenta, cálida y nos advierte de un final no tan sorprendente en este álbum. “The Garden Wheel” es la indicada para cerrar esta producción y lo hace de forma juguetona, sin pretensión alguna y solo se dedica a exhibir de nueva cuenta sonidos dulces que, sacan a flote el sufrimiento que Herring a escrito en cada una de sus letras. Este no es un final épico, no es n final dramático o emotivo, pero, te deja buen sabor de boca, te da la tranquilidad de que todo está bien.

People Who Aren’t There Anymore. Post Crítica

Lugo de 4 años de ausencia los Future Islands regresan con uno de sus mejores álbumes de toda su carrera discográfica; es una sorpresa pues, podría parecer que están en un piloto automático del cual es difícil que salgan pero, esta vez crearon canciones cargadas de un sonido esperanzador. Aprovecharon de nueva cuenta sus virtudes y construyeron tracks que se sienten familiares, y en dónde los sonidos electrónicos lucen por ser brillantes y optimistas dando un sentimiento esperanzador algo que, ningún álbum de la banda había hecho.

Si bien este álbum no está a la altura del grandioso Singles, lo cierto es que tenemos un material discográfico divertido y bailable que, nos permite ver el pasado y el dolor y saber que lo peor ya ha pasado; haciéndonos saber que, aquello que se ha ido duele pero nos enseña a ser más fuertes.

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El año apenas va empezando y en Columna Musical estamos tratando de traerte las reseñas de los mejores álbumes que han salido hasta el momento; te invitamos a darle un vistazo a esa sección. Apenas es febrero y ya hemos tenido varias sorpresas, quédate, será un gran año.