Un meme musical que tenemos en México y que se ha extendido a Latinoamérica es el de “Las Natalias” en clara alusión a cantantes que adoptaron el estilo de cantar de Natalia Lafourcade, en ese costal hay varios nombres. Es gracioso pero también es una muestra de la gran influencia que ha sido Lafourcade para las cantautoras latinoamericanas.
Repaso de Natalia Lafourcade
Lafourcade debutó en un México que tenía aún una mentalidad arcaica respecto a admitir su gusto por el pop en festivales alternativos. Ésa era música “afeminada” y de gente sin criterio, según los que acudían a esos eventos, en ese entonces la oferta de ese tipo de festivales era muy limitada siendo el más importante el Vive Latino. Famoso fue el episodio donde a punta de abucheos, mentadas de madre y lanzando botellas de plástico la corrieron junto a su equipo.
Resulta curioso que ahora el Vive Latino sea un festival que acoge no solo pop sino cumbia, reggaeton, música de banda. Eran otros tiempos, un país más cerrado, las cosas han cambiado, la misma Natalia con un lleno total cerró una edición del festival presentando su disco Hasta La Raíz siendo ovacionada por todo el público.
Obtuvo su redención.
Veinte años han pasado de eso, si Natalia impresionó con su debut a la crítica fue porque detrás de un single tan horrible como “Busca Un Problema” se encontraba un álbum debut demasiado ambicioso para alguien de su edad, Jazz, Bossa Nova, Electronica, Rock, Pop Orquestal, etc.
Hemos podido ver el crecimiento artístico de Natalia Lafourcade ver a través de los años, desde formar una banda más orientada al rock, dirigir una orquesta sinfónica en un álbum instrumental, crear un disco de indie minimalista con su marca de cantautora en el excelente Hu Hu Hu de 2009 y hacer un disco de covers de Agustín Lara en Mujer Divina en el 2012.
Aquí sería un punto de inflexión en su carrera pues después de adentrarse en el mundo de Lara y las canciones latinoamericanas antiguas de folk, pop y bolero dió un viraje a su estilo, acercándose a esos sonidos. Así nació en 2015 su álbum más celebrado y uno de los más influyentes de los últimos diez años en Latinoamérica: Hasta La Raíz.
Hasta La Raíz no solo fue un disco aclamado por la crítica, también fue un éxito popular. Así Natalia evolucionaba, y para 2017 ya estaba presentando el primer volumen de Musas, un proyecto que rescataba canciones del folclor latino, desde la Patagonia hasta el norte de México. Vendría Musas Vol 2 de 2018 que incluso algunos lo consideran superior al primero. Con ese disco conquistó a los críticos anglosajones y ya dejaba claro que no iba a haber vuelta atrás, hacia el pop indie minimalista y de autor que fue Hu Hu Hu, es más, ya no había vuelta hacia el pop en la forma en que la mayoría lo entendemos.
Los discos Un Canto Por México fueron la misma idea que Musas pero limitándose a la música mexicana y con resultados más cuestionables, incluso había una especie de temor y de burla de que Natalia se creyera la nueva Chavela Vargas. Ya habían pasado siete años sin material inédito de Lafourcade, pues bueno, ha llegado el momento de adentrarse en su nuevo LP con material totalmente propio.
Reseña: De todas las flores. El álbum más ambicioso de Natalia Lafourcade.
Hay que empezar por lo más notorio de este trabajo. De Todas Las Flores no es un disco fácil y además es uno largo con duración de poco más de una hora.
Dicha esta suerte de advertencia, aquellos que vengan aquí bajo el slogan de “Nueva música propia de Natalia Lafourcade” quizás más que decepcionarse se desconcierten, ya que el último referente que tienen de un disco de material original creado por la cantautora es Hasta La Raíz , y de ese disco a este además de 7 años hay un cambio demasiado notorio en la música que ahora le interesa y toca Lafourcade.
De Todas Las Flores cuenta con canciones mayormente largas, de seis minutos o siete, y aunque un servidor está curado de espanto sobre canciones largas (géneros como el progresivo o el post-rock son de mis preferidos), me parece que podría ser un álbum que a algunos les haga corto circuito por el tipo de sonidos y temas que trata, los cuales no deberían (en apariencia) tomar tanto tiempo. Hay una especie de orden en los tracks, de los 12 tracks, aquellos que duran menos suelen ser los más luminosos en cuanto a su sonido, estilo musical y letra, obviamente son los más “relajados” aunque pocos.
Si en este disco se busca algo que sea lo más cercano a lo “comercial” está el tema homónimo “De Todas Las Flores” que fue el primer single. Tiene dulzor, y suena delicado como una caricia. La canción evoluciona de un agradable bolero con coros bossa nova a un final donde el protagonista es el piano. Me resulta impensable que algo así triunfe en la actual radio a pesar de la belleza que posee, y pienso que Natalia está consciente de esto porque éste es el disco donde más se siente que está haciendo lo que le da la gana sin rendir cuentas a nadie ni cumplir cuota de un tema “para la radio”.
¿Y de qué va De todas Las Flores de Natalia Lafourcade? Ok, vamos a dividirlo en lo musical y en lo lírico, musicalmente es un álbum de Chamber Folk, Latin Jazz, Bossa Nova, Bolero, Sones y algunos elementos afrocaribeños. Líricamente es , y en palabras de la propia Lafourcade: “Un disco con cuatro ejes: Amor, decepción, vida y muerte”
Este es un disco que abre con una orquestación instrumental de minuto y medio para dejar segundos de silencio y empezar a escuchar un rasgueo de guitarra, se trata de “Vine solita”, canción de apertura de más de seis minutos, impresiona el recibimiento, sin duda, porque la guitarra va rasgando lenta para escuchar un piano y un bajo incorporarse poco a poco, también sonidos incidentales y una guitarra eléctrica que rematará algunas frases y adornan una canción que pasa de su completa desnudes a conseguir una atmósfera de total honestidad.
“A este mundo vine solita ,solita me voy a morir, A este mundo vine solita, Me aferro a la vida antes de morir”. Natalia Lafourcade lanza desde el inicio sinceridad y honestidad que pega duro. Hay que decirlo: En este álbum se encuentran las letras más maduras, duras y honestas de su carrera.
“Pasan Los Días”, con sus casi siete minutos es un tema de desgarre emocional y amoroso, durante tres minutos estamos a merced de una guitarra acústica y la voz simple y clara de la cantante veracruzana. “Es tan absurdo imaginar que nuestro amor no es suficiente para hacernos regresar”, después tenemos un piano y un efecto de sonido parecido al oleaje del mar, podría ser de la librería de efectos sonoros de estudio, podría ser un sintetizador, lo cierto es que en este álbum nos vamos a ceñir a instrumentos completamente básicos, guitarra acústica y eléctrica, piano, percusiones y bajo, además de trompetas, saxo, cuerdas.
Y hablando de trompetas y vientos “Llévame viento” es una canción donde estos instrumentos tienen un gran protagonismo, entramos con un piano en tonos menores y después detrás de la voz de Natalia hay todo un movimiento de trompetas y saxofones, es una canción bastante densa a la que si le sumas las cuerdas gana mayor profundidad de la ya adquerida, su estilo en notas menores la hace sentir misteriosa, sus juegos de vientos aterrizan muy bien el concepto de la canción y crean esas sensación de volátil e inquieta,ansiosa.
Pasamos a la que sin duda es la canción más hermosa de todo el álbum “El lugar Correcto”, la cual es una mezcla entre una sección rítmica latina de congas y alguna que otra percusión y un jazz con un vago estilo a los temas más dulces de Billie Holiday pero con un sonido mucho más cercano a cantantes jazz de los 70 y del crooner francés.
Escucharla es un disfrute lleno de bellos arreglos orquestales y un piano que suena libre e imaginativo. Es una pieza donde no parece que le sobre o falte nada, pero al final es rematado por una guitarra eléctrica completamente inspirada y unas vocales masculinas (cortesía de Adán Jodorowsky, también productor) “Le lieu parfait est maintenant pour se promener, Le lieu parfait est maintenant, on n’a plus besoin de rien“. Este es el tema que más recomiendo, es de los pocos cuya duración es estándar y además es cálido y reconfortante, es como encontrar una luz en un campo a oscuras después del misterioso y ansioso tema anterior.
“El lugar correcto es el ahora, no hace falta hablar”.
“Pajarito Colibrí” es un tema de cinco minutos de guitarras española que cerca del final despega con arreglos de cuerdas, piano y coros femeninos. Líricamente habla de libertad, no hay mucho más que opinar, es un track correcto pero podría ser el más débil del álbum.
“María La Curandera”, basada en la sacerdotisa de los hongos María Sabina, es una pieza que desde el inicio contagia con sus ritmos sureños mexicanos con Latin Jazz y una guitarra eléctrica distorsionada que aparece de repente haciendo ruidos que encajan y enlazan bastante bien en la melodía. Cuando llegan las trompetas y los coros femeninos es imposible resistirse a su ritmo, con un xilófono (O marimba) la canción es rematada de forma fenomenal en su parte final. Un logro.
“Caminar Bonito” es directamente un bolero con su dosis de Latin Jazz, pero un bolero al final de cuentas y es bonito, como su nombre, una canción dulce con bella letra: “ Y en la vida mi amor, agradezco entender una humilde lección, caminar bonito ,cada día yo elijo, pues la vida son montañas que hay que atravesar juntitos”.
“Mi Manera De Querer” tiene un ritmo muy afrolatino. Es muy rica, muy disfrutable y habla del amor sin género “No me Importa si eres hombre , Si eres mujer, Yo te veo como un ser de luz de cabeza a los pies” este es un tema donde los ritmos latinos brillan bastante.
“Muerte” es un Spoken Word que va desarrollándose de lo tétrico a lo festivo en lo instrumental “Le doy gracias a la muerte, Por enseñarme a vivir, Por invitarme a salir, A descifrar bien mi suerte” la canción termina por ser una celebración musical,la letra de esta canción es la más oscura pero reflexiva que termina aferrándonos a un carnaval como es la vida propia.
“Canta La Arena”, que en el inicio es total tropicalia en su segunda mitad se vuelve completamente nostálgica con esas guitarras en slide y ese piano, que me hizo sentir como contemplando un atardecer inolvidable en la playa, después entra la sección de vientos que no hacen más que reforzar la imagen de una puesta de sol.
De todas las flores nos despide con la nostálgica y bella “Que Te Vaya Bonito Nicolás” que inicia con un delicado piano y avanza con guitarra acústica. La letra de la canción habla directamente de la muerte de alguien que llevaba este nombre, y da la sensación de paz, de despedida en un atardecer. El piano (Que ha estado magnífico en todo el disco y es interpretado por el músico Emiliano Dorantes) aumenta la melancólica despedida para ser magnificada por los arreglos de cuerdas, es una canción que se va apagando lentamente mientras los efectos de sonido nos dejan un oleaje que cada vez se oye más distante.Y así culminamos este disco.
Post Crítica: Uno de los mejores discos en su carrera
Para la grabación, Lafourcade contó con un equipo de trabajo como el guitarrista Marc Ribot (Tom Waits, Caetano Veloso) Sebastian Steinberg (Bajista de Fiona Apple) y el francés Cyril Atef en la batería, entre otros artistas, convirtiendo a De Todas Las Flores en su álbum más grande en cuanto a personajes de renombre como parte de sus músicos. Obviamente Natalia Lafourcade aprovechó esto para crear un álbum ambicioso que se siente en la mayoría de las canciones, también tuvo la oportunidad de integrar incluso inquietudes más experimentales.
Líricamente De todas las flores es el más maduro y confesional de Natalia Lafourcade. Combina temas de letras simples pero bastante reveladoras sobre su persona con metáforas y mensajes un tanto cripticos, a veces funcionan, a veces no pero se agradece esa madurez en las actuales letras de Lafourcade. Al final, después de escuchar De Todas Las Flores me queda la sensación de que si bien este álbum posee ritmos latinos enriqueciendo el sonido, el jazz y la música de cámara se imponen tajantemente sobre varios temas, una evolución plausible.
También noto que es el disco con más piano en su discografía; es el instrumento que protagoniza casi todos los grandes momentos del álbum. Me queda claro también que este es un disco que puede ser carne fresca para que algunos lo llamen “Pretencioso”, “Sobrevalorado” y si bien cada cabeza es un mundo, no comparto esa idea.
Me gustó escuchar detenidamente De Todas Las Flores ya que las canciones ganan en matices al volverlas a escuchar, llegó en un momento indicado. No tiene el nivel de un Hasta La Raíz, ni el atrevimiento de Hu Hu Hu pero se coloca detrás de ambos dentro del top tres de álbumes en la carrera de Natalia Lafourcade. ¿El mejor disco del año hecho en América Latina? Puede ser, probablemente. Al final, de todas las flores Natalia nos ha regalado una de las más preciosas de su carrera.
Si este disco te pareció tan bueno , quizás debas darle una checada a nuestra reseña de Marchita de Silvana Estrada, otro de los mejores discos mexicanos de 2022. Y si no solo buscas música en español si no en cualquier idioma con un estilo parecido, tenemos nuestra reseña sobre el último album de Regina Spektor: Home, Before and After.
