Mi gusto por la cocina fue tardío y con muchos platillos que prefiero mantener fuera del baúl de los recuerdos. Lo que sí tengo en mente es lo siguiente: se puede experimentar con los ingredientes, pero basta una pizca de más para estropearlo todo. Es en esa delgada línea donde se mueve Jean Dawson, cuya arriesgada fusión de géneros nos presenta un nuevo álbum: CHAOS NOW*.
Jean Dawson entra en escena
Nacido en Tijuana, México, Jean Dawson tiene algo de negro y algo de mexicano. Sus dos padres disfrutaban de la música por lo que creció escuchando Rock, Rap y música regional. Habituado a cruzar la frontera con Estados Unidos para realizar sus estudios, pronto logró transmitir esa experiencia a sus propios trabajos creativos. Para los 14 años ya estaba tomando características de músicos como Kanye West, Nirvana, Beach Fossils o 50 Cent sin que sus diferentes géneros le causaran conflicto.
El crecer en una zona empobrecida lo impulsó a buscar sus propios métodos para perseguir su carrera musical: “tomaba el autobús para ir a Guitar Center después de la escuela todos los días. Allí tocaba el piano a diario, y durante los dos primeros años no sabía lo que estaba haciendo”, le cuenta en entrevista a Variety.
Bad Sports de 2019 fue su EP debut. En él se aprecia algo que pronto se convirtió en un rasgo distintivo: la difuminada línea entre géneros y un claro interés en empujar cualquier concepto preestablecido sobre cómo debería sonar el Rock. Su primer álbum llegó un año después.
En Pixel Bath, publicado por P+, Dawson tomó algo de Rock, algo de Hip Hop y un tanto de Dream Pop y se dedicó a mezclarlos a lo largo de 13 canciones cuyo caos podría parecer no tener un rumbo en específico. Híbrido e irreverente, este LP hace que su autor sea difícil de categorizar; mencioné sólo tres géneros, pero hay por lo menos seis más presentes en cada una de sus pistas.
Cuando no hay límites, lo único que puede detener a un creador son sus propias reglas y para su más reciente disco, el músico se encontró con el reto de intentar darle forma a un sinfín de ideas.
CHAOS NOW* se estrenó el pasado 7 de octubre de 2022 bajo el sello independiente de P+, pero su proceso creativo tomó tiempo. De acuerdo con Jean, hubo un momento en donde su habitación estaba tapizada con dibujos, progresiones de acordes y otras notas. El álbum tuvo dos versiones previas que fueron desechadas por no satisfacer a su autor, pero finalmente y con el trabajo conjunto de 13 productores el proyecto se concretó.
CHAOS NOW*, reseña
Radical, atrevido, desenfrenado. CHAOS NOW*, como buen material de Jean Dawson, se encarga de difuminar los bordes de los géneros que utiliza. Rock Alternativo, Hip Hop, Pop Experimental, Punk, Folk…, la lista podría continuar, pero más importante aún es la pregunta: ¿funciona?
Esto se puede abordar en dos niveles: pista por pista, o a nivel álbum. Como leerás a detalle en un momento, las 13 canciones que integran el disco se distinguen por su progresión irregular. Hay más de dos géneros interactuando en la mayoría, así que los cambios de tempo y tono no deberían sorprenderte. Por otro lado, tenemos a CHAOS NOW* como un todo.
Si las piezas en sí mismas ya tienen cambios abruptos, el álbum funciona igual: el flujo entre una pista y otra a veces es suave y fluido, pero también podría resultar difícil de seguir o, de plano, dar la sensación de que no sabe a dónde se dirige. Sin ser un LP perfecto, lo más importante es qué tan bien demuestra el talento de su autor y, en ese sentido, sale bien librado.
Luego de una breve introducción, tenemos uno de los sencillos del LP: “THREE HEADS*”. La canción comienza con las notas de una afilada guitarra, poco después aparece una segunda guitarra, que deja una base rítmica noventera. Su estructura es dinámica pero fácil de trazar: intercala una sección con sonidos agresivos cuyos versos están cargados con una energía de Nu Metal dosmilero, para luego dar paso a un sonido pop con efectos oníricos.
Aunque quebradas, las transiciones de la primera pista fluyen bastante bien y hay un toque moderno en los efectos que colorean el tema. Así llegamos a “GLORY*”, cuya instrumentación pasa de unos modestos rasgueos, a un estallido sonoro en donde, para el primer minuto, ya tenemos a la banda completa interpretando una estridente canción de Rock Alternativo.
El primer highlight de CHAOS NOW* llega en su tercer track. “KIDS EAT PILLS*” presenta dos escenas: la de un niño atormentado que quiere escapar de sus sueños, y la de un personaje enfiestado que habla de las drogas que consume. La transición hacia el cierre está en los medicamentos para dormir y cómo terminaron por alterar la percepción de quien canta.
La guitarra es el instrumento conductor. La escuchamos primero junto al resto de la banda generando una atmósfera a-lo-Weezer; a la mitad se sumerge en un efecto que la llena de reverberación para después sonar acústica y solitaria. Y eso no es todo lo que hace genial a este tema. Pon atención a la conciencia rítmica de Jean, la forma en la que le da un giro interesante a cada fraseo y cómo genera dramatismo pausando en el momento indicado. Escuchemos:
Las buenas canciones continúan. “POSITIVE ONE NEGATIVE ONE*” es, a nivel instrumental, uno de los mejores ejemplos de la habilidad del multiinstrumentista para hacer que diferentes géneros se ayuden mutuamente. Una vez más la guitarra acústica funciona como esqueleto, al que se le agregan capas de Noise, sampleos noventeros, y sintetizadores. Con un puente fascinante y un solo igual de bueno, estoy seguro de que es una de las mejores interpretaciones de guitarra eléctrica en el álbum.
El tono cambia con “BAD FRUIT*”. Sin ser propiamente una balada, hay en ella una sedosa cadencia que se fortalece con la incorporación de los arreglos de cuerdas. La atmósfera, como en futuras pistas, da una impresión de venir de la misma raíz que el Indie Folk de Bon Iver. La diferencia está en los versos de rap que, en este caso, tienen como voz invitada a Earl Sweatshirt. Y vaya que lo hace bien. Ambos cantantes demuestran su habilidad rítmica presentándonos imágenes entre desoladoras y poéticas.
Los riffs de Grunge se hacen presentes en las piezas a la mitad del álbum. Aunque “0 HEROES*” y “SCREW FACE*” toman rutas diferentes en su progresión, es fácil entender el origen de su sonido. La primera tiene una energía electrizante, tan sólo la voz de Jean es capaz de elevar el espíritu. La segunda, con otro genial solo de guitarra, me gustó todavía más: su línea de bajo tiene mayor protagonismo, incorpora juegos en los tonos de las voces, y genera una atmósfera teatral muy ad hoc con uno de sus versos:
“Mama, I’m way too high / I can see my house from here“(“Mamá, estoy muy drogado / puedo ver mi casa desde aquí“)
Cuando combinas las guitarras del Rock Alternativo de los 90 (piensa de nuevo en Weezer), más el estilo entre dormido y despierto del Indie de Mac DeMarco, tendrás las texturas necesarias para hacer brillar una canción como “P*RN ACTING*” –sí, tuve que poner un asterisco para que Google no nos penalice, qué tiempos.
El siguiente track fue el más débil para mí. “BLACK MICHAEL JACKSON*” es el más popero del disco; sus versos rapeados e instrumentación se fusionan orgánicamente, pero el resultado carece de la chispa que canciones anteriores entregan. Potencia la tiene, pero hace falta un gancho más destacado. Por su parte, “HUH*”, reluce más gracias a los diferentes timbres que la componen; las guitarras eléctricas se acercan al Hard Rock y todos los elementos electrónicos construyen una sólida y brillante atmósfera.
Apropiándose del Pop Punk de principios de los 2000, “SICK OF IT*” es otro gran momento del LP. Conserva la energía retadora que se ha venido cosechando durante pistas anteriores, tiene esos cambios en el mood que transitan de lo beligerante a lo quieto cambiando de guitarra y en general se siente fresca e interesante.
Pero incluso la energía más potente debe apagarse en algún momento. El álbum cierra con “PIRATE RADIO*” y no podía haber mejor conclusión. Aquí escuchamos una vibrante atmósfera Folk que aprovecha los acompañamientos de cuerdas –la robusta entonación del contrabajo al dar acentos dramáticos me pareció muy bien lograda– para darle peso a las fuertes imágenes que construye el cantante.
Claro que hay desolación al final de CHAOS NOW*. Su letra nos transporta a un gran cuerpo de agua, la primera imagen es la de un hombre que sumerge la cabeza para sentirse vivo, pero cuando uno de los remos en su bote se rompe, todo se vuelve más trágico: “I’m on the edge of my coffin / With a smile and some hope / I was drowning, drowning, drowning in the open / No grip on the shore” (“Estoy al borde de mi ataúd / Con una sonrisa y algo de esperanza / Me estaba ahogando, ahogando, ahogando a la intemperie / Sin asidero en la orilla“).
Un excéntrico y necesario disco
Si Pixel Bath ya le había dado al mundo un adelanto de los amplios horizontes de Jean Dawson, su más reciente producción muestra un plan más centrado. Esto en el sentido de que CHAOS NOW* se percibe como una producción tanto arriesgada como coherente.
Su aproximación al Rock me resultó necesaria. Ningún género merece estancarse en el estilo de moda y la obra de Dawson me deja claro que seguirá estirando la liga aprovechando los medios necesarios para sonar diferente o, mejor dicho, para sonar como sí mismo. Una vez que encuentras tu voz, el resto es mucho más fácil.
CHAOS NOW*, en conclusión, es un poderoso disco lleno de riesgos emocionantes. En el plano lírico es capaz de ofrecer imágenes poderosas, aunque también peca de confuso por momentos. Musicalmente Dawson sigue perfeccionando su habilidad para fusionar sonidos y son más las pistas que se benefician del riesgo que las que no.
En Columna Musical nos gustan los discos como éste, difíciles de clasificar, pero disfrutables una vez que les dediques la atención merecida. Si a ti también te agradan, entonces las siguientes reseñas podrán emocionarte también: I Love You Jennifer B de Jockstrap, In the fade de Tony Molina e incluso Songs of de Sam Prekop & John Mcentire.
