Los instrumentos de cuerdas son los protagonistas de la canción de la que te hablaré hoy. El violonchelo, los violines y una robusta personalidad hacen de “Gravity” una canción que los fans del Folk Rock disfrutarán. La cantante detrás del poderoso tema se llama Molly Healey y tiene una amplia carrera por descubrir.
Su colaboración con The Ozark Mountain Daredevils
The Ozark Mountain Daredevils es una de las bandas que durante los 70 impulsaron la oleada de Southern Rock en Estados Unidos, su combinación de Country y Rock les dio bastante fama, especialmente entre 1973 y 1975. Aunque el grupo fue perdiendo impulso luego de la salida de Randle Chowning (uno de sus fundadores), se mantiene activo hasta la fecha con una sólida base de seguidores.
Aquí entra Molly Healey. La experimentada multiinstrumentista llevaba tiempo interpretando música antes de integrarse al grupo sureño. Originaria de Jefferson City, Misuri, Molly obtuvo su Maestría de Artes especializada en Música. Durante aquel periodo se concentró en mejorar sus habilidades en el violín, primero desde el lado experimental como solista, pero también como parte de otras bandas.
En 2012 Molly encontró un lugar con los Daredevils, dándole a sus texturas sonoras una agradable sorpresa. Si bien varios álbumes en la discografía del grupo cuentan con acompañamientos de cuerdas, Healey les entregó una personalidad única: tanto su talento en el violonchelo, como en el violín –y sus armonías vocales– resultaron refrescantes y en consecuencia fue bien recibida por los miembros de la banda y más importante aún, los fans.
Molly Healey como solista
Aprovechando sus experiencias con diferentes bandas, Molly se enfocó en su carrera como solista desde 2015. Aquel año lanzó su disco debut: Nightbirds, cuyo tracklist cuenta con nueve temas que combinan su pasión por darle a los sonidos Folk una vibrante atmósfera experimental acompañada de una interpretación vocal portentosa.
Dos discos después (Human de 2017 y Circles de 2019), la autora está de regreso en 2022 con una nueva producción independiente: Lotus, álbum que contó con la participación de Zach Harrison (guitarrista), Kyle Day (bajista) y Danny Carroll (baterista) durante sus grabaciones.
Inspirada por músicos como Andrew Bird y Zoe Keating, su nuevo LP aprovecha el esplendor de los instrumentos de orquesta en combinación con su estilo Folk experimental. Hay Rock, Roots, y ritmos contagiosos como para dar animados pisotones. Cuando le preguntamos acerca del proceso creativo de “Gravity”, la cantautora destaca un instrumento:
“Para mí, el proceso creativo de esta canción empezó con el violonchelo, algo que mis canciones suelen hacer. Es un instrumento tan versátil; puedo acompañarme con él, tiene profundidad, puede cantar alto y bajo, y el potencial rítmico y de percusión que tiene es infinito […] Luego vino la línea instrumental principal, y después la letra”.
Tan pronto comienza “Gravity”, es el violonchelo el que abre el telón. Su movimiento entrecortado pronto encuentra apoyo en el sonido del violín cuyo riff es tan emotivo como contundente. El sonido de ambos instrumentos se fusiona con facilidad, generando un Groove bastante pegajoso y sobre el que la cantante deja una serie de emotivos versos. Su voz es electrizante y demuestra con facilidad lo hábil que es para marcar su propio ritmo.
Aprovechando nuestra charla, le preguntamos acerca de la letra y esta fue su respuesta:
“Es una canción sobre la independencia, la autonomía y la capacidad de acción. Para mí, viene específicamente de la perspectiva femenina: superar ese mantra arraigado de que de alguna manera no podemos -o no debemos- hacernos cargo de nuestras propias carreras y vidas. Pero es para cualquiera que intente independizarse de alguna manera de una persona o de un modo de vida”.
Sin más que agregar, o bueno, la invitación a prestarle atención al solo de guitarra, el cual complementa a la perfección el intrépido espíritu de la canción. Escuchemos:
Hablando con una amiga, comentábamos que la parte instrumental de “Gravity” es tan potente que incluso sin letra funcionaría a la perfección. Tiene actitud, una progresión que nunca decae y una consciencia del ritmo envidiable. Incluso cada instrumento genera una melodía muy emocionante.
Por lo pronto Molly Healey estará activa el resto del año haciendo las presentaciones necesarias para darle promoción a su nuevo disco de estudio. Y claro que las giras con The Ozark Mountain Daredevils continuarán.
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