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George Harrison – All Things Must Pass: 50 aniversario

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Sentado en medio del jardín te observa George Harrison, lleva un gorro y también botas; está rodeado por cuatro gnomos. Esta imagen se convirtió en la portada de All Things Must Past, disco triple que hace sólo unas semanas cumplió sus primeros 50 años.  Considerado como el pico creativo de Harrison, el álbum cautivó al público desde su lanzamiento y no quería que terminara el año sin recordarlo.

George Harrison después de The Beatles

Conforme la década de los 60 llegaba a su fin, las cosas para The Beatles se ponían progresivamente más tensas. En medio de esto se encontraba el guitarrista George Harrison quien, ignorado por Lennon y McCartney, se vio involucrado en cada vez más proyectos externos. Cuando el grupo finalmente se desintegró en 1970, George tenía apilada una notoria cantidad de canciones que no tuvieron cabida en los discos de la banda.

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Pero George ya no era el mismo. Su talento y genialidad venían ascendiendo, prueba de ello son “Something” y “Here Comes The Sun” en Abbey Road (1969), y ahora que estaba liberado solamente necesitaba ponerse a trabajar en su primer proyecto como solista. Pero trabajar solo implicaba retos que bajo el cobijo de The Beatles se daban por sentados, como por ejemplo: la necesidad de un productor.

George y los muchachos conocieron a Phil Spector en los 60. Sus míticas producciones de R&B los habían cautivado por lo que fue el guitarrista quien comenzó a mover los hilos para que se concretara una colaboración. John Lennon necesitaba a un guitarrista para su sencillo “Instant Karma!” por lo que llamó a Harrison, cuenta la anécdota que George fue quien le dijo a Spector que lo acompañara a la sesión. Al final se convirtió en producto de dicho tema, se dio a la tarea de arreglar Let It Be y luego vino lo bueno.

Cuenta Phil que de hecho fue él quien incitó a Harrison a ponerse a trabajar en algo luego de que Paul lanzara McCartney en la primavera del 70. Spector platica un momento muy divertido: “Fui a la casa de Friar Park de George y me dijo ‘Tengo algunas cosillas que quiero que escuches’. ¡Fue interminable! Literal tenía cientos de canciones y cada una mejor que la anterior. Tenía toda esta emoción acumulada que estaba liberando frente a mí”.

All Things Must Pass en el studio

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Tengo que hacer hincapié en lo mal que estaban las cosas en The Beatles y lo harto que estaba George de que Paul lo estuviera mandando para todo y que John, en plena decadencia de heroína, se mostrara desinteresado de todo. Justo por eso trabajar con otros músicos se convirtió en verdadero aire fresco para George.

George Harrison, aunque reservado, siempre fue un amigo formidable y buscó acercarse a personas talentosas con quienes colaborar. La lista de involucrados en las grabaciones de All Things Must Past es enorme, pero enorme también el talento: Ringo Starr, Billy Preston, Klaus Voormann, Eric Clapton, Gary Wright, Jim Price, Pete Drake, Bobby Keys, Dave Mason, Ginger Baker, Gary Brooker, Peter Frampton, Carl Radle, Bobby Whitlock, Alan White, Tony Ashton, Jim Gordon, incluso los miembros de Badfinger estuvieron presentes.

Hay dos antecedentes para entender las colaboraciones masivas que iniciaron desde la primera canción que se grabó en Abbey Road en mayo de 1970 (“Wah-Wah”). El primero es la amistad con Delaney & Bonnie y su espectáculo multitudinario en vivo y el segundo es la convivencia que tuvo con Bob Dylan y The Band a finales del 68 (aquí se escribieron algunas de las canciones de All Things Must Pass). Esto le enseñó a George Harrison que no sólo podía colaborar en un ambiente democrático sino que tampoco tenía límites a la hora de elegir con qué y con cuántos amigos trabajar.

Las grabaciones de All Things Must Pass tomaron cuatro meses. En parte por la cantidad de canciones –recuerda que se trata de un disco triple–, pero también debido a lo meticuloso que fue George Harrison a la hora de decidir cómo tenía que sonar cada tema. Phil Spector menciona que algunos temas requirieron hasta 80 tomas.

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De izquierda a derecha: George Harrison, Allen Klein y Phil Spector

El ambiente era festivo, muchos de los involucrados cuentan anécdotas positivas. Klaus Voormann incluso menciona que George había hecho un pequeño altar con incienso para mejorar aún más la atmósfera. Por su parte, Spector resultó errático en muchas ocasiones, llegándose a tomar hasta 18 brandys antes de comenzar a trabajar; en una de sus borracheras se cayó y se rompió un brazo lo cual lo alejó de la tarea de productor

Pero hay que hablar del lado serio de Phil, un elemento fundamental para entender el trabajo en el estudio es la Wall of Sound (Muro de Sonido), técnica de producción creada por Spector en los 60 que consiste en grabar a muchos músicos tocando el mismo instrumento al mismo tiempo, transmitir dicho sonido en una sala de eco en donde reverberaba libremente y era a su vez captado por otros micrófonos. Ahora, cuando digo “muchos músicos” me refiero a que en ocasiones juntaba tantos como si fuera una orquesta: esto derivaba en un sonido denso, vibrante e incluso majestuoso.

All Things Must Pass sorprende al mundo

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Aunque con ciertos tropiezos –como la muerte de la madre de George Harrison y el ya mencionado accidente de Spector– la mezcla final se realizó el 9 de octubre, justo el día que George fue a visitar a John, Yoko, Ringo y Klaus mientras trabajaban en el Plastic Ono Band. Las preparaciones para el lanzamiento sucedieron a finales de ese mes.

Por recomendación de Phil Spector “My Sweet Lord” fue el tema elegido para ser el sencillo. Y no se equivocó, luego de su lanzamiento el 23 de noviembre la canción escaló al número uno tanto en Estados Unidos como en Reino Unido. Cuando All Things Must Pass se estrenó el 27 de noviembre de 1970 los críticos lo llenaron de halagos y sus ventas lo colocaron, también, en el primer puesto de las listas de popularidad.

Opacando los primeros discos de quienes lo rechazaron durante su etapa en The Beatles, All Things Must Pass consolidó a Harrison como el estupendo músico y productor que fue hasta el final de sus días. Escuchémoslo.

George Harrison, entre lo íntimo y lo radiante

El biógrafo Simon Leng señala que con All Things Must Pass George Harrison cerró un ciclo filosófico y musical que se venía formando desde el 66: las influencias de Country, del sonido Motown, del Blues, de los cantos Krishna, del Gospel, del Hard Rock están cristalizadas allí. Pero destaca un elemento más: el sonido slide de su guitarra.

Delaney Bramlett fue quien le enseñó a George Harrison a perfeccionar la técnica que podemos escuchar, por ejemplo, en “Let It Down” y en “I Dig Love”. Este estilo de tocar la guitarra se convertiría en un sello de Harrison por el resto de su carrera.

Me tomaría más de una columna platicarte de todas las canciones que componen este disco por lo que me enfocaré en mis favoritas de cada lado. Justo te había mencionado “Wah-Wah”, gestada durante la frustrante época del final de The Beatles, con al menos 13 músicos involucrados me resulta el ejemplo perfecto para entender el imponente sonido que generaba la Wall of Sound de la que ya conversamos. Escucha con atención cómo se funden el sonido de las guitarras con el de la sección de vientos.

“What Is Life”, del lado B, empieza con un riff inolvidable dotado de cierta distorsión que pronto se ve acompañado por una sección de vientos que parece iluminarlo todo. La frase “What I feel / I can’t say” (“Lo que siento, no puedo decir”) con la que abre la pieza se ha interpretado como una expresión romántica, o bien, mística; en todo caso, es imposible separar el sentimiento espiritual en cualquiera de las canciones de George.

“Pienso que lo saque de Baba Ram Dass pero no estoy seguro”. Recuerda George Harrison al referirse a “All Things Must Pass” en una entrevista para Billboard, “Cuando lees sobre filosofía o asuntos espirituales, es una frase muy usada. La escribí luego de escuchar Music From Big Pink [de The Band].” El tema de Folk Rock data de las sesiones de Get Back pero, aunque ensayada en algunas ocasiones por The Beatles, al final fue rechazada por Lennon.

El lado B del disco dos tiene la fantástica “Art of Dying”. Basada en la enseñanza de la no-reencarnación, esta canción Hard Rock/Blues bien podría ser nombrada Derek and the Dominos ft. George Harrison, y es que todos los que integrarían dicha banda tocaron aquí. La combinación de la guitarra de Eric Clapton y la orquestación de Spector le dan una magnitud sobrenatural a la letra.

50 años después con todo y Apple Jam

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Pero, ¿y el tercer disco? Haces bien en preguntar, el tercer disco también lleva el nombre de Apple Jams y es conformado por una serie de Jams que incluyen a los miembros de Derek and the Dominos, Billy Preston e incluso a Ginger Baker en la batería. Este agasajo de Blues nunca formó parte del plan de canciones en All Things Must Pass; Harrison declaró en el 2000 que era más bien un bonus. La canción que les recomiendo aquí es “I Remember Jeep”, sólo porque incluye un Moog.

En el divertido ejercicio de la imaginación, sería interesante escuchar cómo sería el primer disco como solista de Harrison si muchas de sus canciones hubieran sido aceptadas durante su época en The Beatles. En mi caso considero que lo mejor que le pudo haber pasado a George fue justo colaborar con tantas personas para crear un disco imperdible del Rock.

Si no te has animado a escuchar la carrera como solista de George Harrison te invito a que inicies por lo mejor: All Things Must Pass. Es un disco redondo y muy personal, esto lo vuelve cercano y fácil de escuchar. Si quieres adentrarte más, el álbum cuenta con muchas capas cada una más interesante que la anterior, en definitiva, tendrás que escucharlo seguido para sacarle todo el jugo.

Este artículo es cortesía de Certeza Diario, en donde publicó originalmente bajo el nombre de “50 años: All Things Must Pass – George Harrison”.